Un problema técnico, un error en el formulario o un despiste. Varias pueden ser las razones por las que la Asociación Hispano – Siria de la Comunitat no se ha reunido todavía con el alcalde de Valencia, Joan Ribó; encuentro en el que la entidad quiere ofrecer su colaboración en tareas de traducción, asistencia sanitaria o acompañamiento ante las noticias de la inminente llegada de refugiados sirios a la Comunitat.

Hace cerca de un mes, responsables de la asociación solicitaron una reunión con el primer edil a través de la web del Ayuntamiento. Extrañados por no recibir ningún tipo de contestación en este tiempo, el presidente de la institución, Abdallah Wassell Kassam, insistió de nuevo y contactó el pasado miércoles directamente con un concejal municipal preguntando por el motivo de la falta de respuesta. Sobre ello, fuentes cercanas a alcaldía indicaron a LAS PROVINCIAS que, a través de la web municipal, al Consistorio no le consta ningún tipo de solicitud de reunión por parte de la citada asociación, pero que ayer un edil municipal trasladó la petición de reunión de la entidad al gabinete de Ribó. «Y ya tienen fecha para el encuentro, que será el 5 de noviembre», subrayaron.

En la asociación, afincada en Valencia desde 1998 y que cuenta con un local cedido por el propio Ayuntamiento, no entendían la tardanza del Consistorio, sobre todo después del encuentro que mantuvieron con el president de la Generalitat, Ximo Puig, en el Palau de la Generalitat el pasado 21 de septiembre, sólo dos días después de solicitar el encuentro, tal y como afirmaron.

Los representantes de la entidad, además, se reunieron ayer con el portavoz del grupo popular, Alfonso Novo, y la concejal María Jesús Puchalt, a petición de los ediles, que querían conocer de primera mano la labor de integración e inserción de la población siria en Valencia. En el encuentro, según fuentes del PP, «los portavoces de la institución indicaron que la recepción de refugiados se debe hacer de manera controlada y en coordinación con el Gobierno central y mostraron su preocupación por no ser recibidos por el alcalde».

Desde la institución insistieron en que lo último que quieren es «politizar» una cuestión humanitaria de esta magnitud.