Arzobispado Valencia subraya que ayuda a 40.000 inmigrantes en pisos de acogida
El Diario, , 15-10-2015El Arzobispado de Valencia ha asegurado que en 2014 Cáritas prestó ayuda a cerca de 40.000 inmigrantes a través de pisos de acogida, unos datos difundidos hoy después de que ayer el cardenal Antonio Cañizares se preguntara si la actual “invasión de inmigrantes” y refugiados “es todo trigo limpio”.
Según han indicado hoy fuentes del arzobispado, las 40.000 inmigrantes fueron atendidas por las 440 sedes de Cáritas parroquiales y en sus 50 economatos, entre otros centros de atención vinculados o dependientes de la archidiócesis de Valencia.
Uno de los locales de atención socio – ocupacional es “Mambré”, creado en 1987 con horarios y normas de convivencia destinados a personas sin hogar para que “puedan dejar la calle, trabajar y sean capaces de valerse por sí mismos” y que, desde su creación ha atendido a más de 1350 personas.
En la inauguración de este centro, que tuvo lugar el pasado jueves, el cardenal Cañizares señaló que Mambré “es un lugar de caridad, no de solidaridad simplemente”, ya que “la caridad va más allá de la solidaridad, porque es sencillamente el amor de Dios hecho presente entre los hombres”.
En otras actuaciones, 212 inmigrantes fueron atendidas por el proyecto “Jere – Jere” de Cáritas Diocesana que acompaña a mujeres que ejercen la prostitución en la calle.
Por su parte, “La Ciudad de la Esperanza” (CIDES), ubicada en la localidad valenciana de Aldaia, “está ya preparada para comenzar la acogida de familias enteras de inmigrantes desplazados” por las guerras en diversos países de oriente medio “que podrán alojarse en apartamentos”, han indicado las mismas fuentes.
El centro está preparado para acoger a treinta refugiados en varios bungalows, que han sido acondicionados y que, cada uno de ellos, cuenta con cuatro apartamentos, y cada apartamento tiene tres habitaciones dobles, baño, comedor y salón.
La Ciudad de la Esperanza acogerá no sólo a hombres de 17 a 45 años, que es el perfil habitual de los usuarios, sino a familias enteras con niños.
Las declaraciones del arzobispo de Valencia han provocado una oleada de críticas e incluso una denuncia ante la Fiscalía por un presunto delito de apología del odio.
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