CRISIS DE REFUGIADOS
La cultura del 'Bienvenidos, refugiados' se agrieta en Alemania
Twitter Facebook EnviarCompartido 121 12 Comentarios Aporta más información La Confederación alemana de Municipios (DSyGB) y el Sindicato de la Policía Alemana (DPolG) confirman que trabajan al límite de capacidad
El Mundo, , 15-10-2015La cultura de bienvenida que promueven organizaciones civiles y líderes políticos para limitar las consecuencias que supone la llegada masiva de refugiados podría empezar a agrietarse.La Confederación alemana de Municipios (DSyGB) y el Sindicato de la Policía Alemana (DPolG) han confirmado en el curso de una rueda de prensa conjunta que trabajan al límite de fuerzas y capacidad y, que si el gobierno central no quiere que se rompa la cuerda, hay que destinar con carácter de urgencia más recursos a personal y seguridad.“Tenemos que ampliar todas las posibilidades para una mejor protección de las personas que han huido a Alemania”, declaró el presidente de la DSyGB, Gerd Landsberg, que también refuerzos para las fuerzas de seguridad y un incremento sustancial del personal para hacer frente al continuo flujo de refugiados y solicitantes de asilo.Según datos del Ministerio del Interior, los ataque a los centros y albergues de refugiados se han incrementado hasta llegar al medio millar en lo que va de año. La tensión en algunas municipalidades crece, incluso en las ciudades como Dresden y Leipzig, con menos refugiados en acogida pero más permeables al discurso extremista de movimientos como Pegida.Pegida, dado por muerto el pasado mes de febrero por algunos analistas y publicaciones como ‘Der Spiegel’, vive con la crisis de los refugiados un tímido resurgir. En la manifestación celebrada el pasado lunes en Dresde, este movimiento, que el lunes próximo cumplirá un año, reunió a unas 9.000 personas en tono a eslóganes como fuera inmigrantes encubiertos de asilantes", “Merkel a Siberia, Putin a Berlín”. Algunos líderes de Pegida fueron más allá en su disposición a evitar una “islamización” de Alemania y abogaron incluso por la celebración de un referencia para la independencia de Sajonia de la República Federal. Pero al margen de Pegida, que no deja de ser residual en el espectro político alemán, lo cierto es que el desbordamiento al que se enfrenta muchos municipios y la desesperación, agotamiento o frustración de unos refugiados que llegan a Alemania, genera conatos de violencia. De fuera hacia dentro pero también de dentro hacia fuera.“La mayoría de los refugiados que están en los albergues o llegan a nuestro país están dispuestos a cumplir las normas, pero otros vienen con intención de delinquir” , afirmó el líder del sindicato de Policía, Rainer Wendt,Wendt calificó de “altamente explosiva” la situación que se vive en numerosos albergues, atiborrados de hombres jóvenes, de 26 ó 27 años, traumatizados, obligados a vivir en espacios reducidos y de manos caídas".“Necesitamos más recursos, una estrategia nacional y europea, más orden y seguridad en el sistema y los procedimientos. Y una ocupación para estos refugiados”, señaló Landsberg, enumerando precisamente lo que no hay, ni estrategia en Europa ni trabajo para los refugiados. Y no porque no se quiera.Se calcula que de todos los que han llegado a Alemania apenas el 7% habla otro idioma que que no sea el suyo, independientemente de su nivel de estudios, que en el caso de los sirios, es superior a la de los afganos: Un 21% de universitarios frente in 50% de analfabetos. De ser aceptados como refugiados, la mayoría por tanto pasará a recibir ayuda social, lo que podría avivar el fuego por la facilidad con la que se establecerán agravios comparativos. De momento, como advertía Wendt, los agentes se enfrentan cada vez a ataques en manifestaciones “cargadas de odio, más grandes y más agresivas”.
(Puede haber caducado)