Bilbao – El índice de tolerancia de la sociedad vasca respecto de los inmigrantes muestra una clara mejoría en los años 2014 y 2015 y se sitúa en niveles previos a la crisis y las opiniones contrarias a las personas extranjeras se han reducido prácticamente al mismo ritmo que mejora la percepción de la situación económica.

Los datos del Barómetro 2015 elaborado por Ikuspegi – Observatorio Vasco de Inmigración – muestran un aumento de las opiniones más favorables hacia los inmigrantes y un descenso de los estereotipos negativos – como los que vinculan la inmigración con mayor delincuencia o con el abuso de las prestaciones sociales – , pero aún siguen dibujando una sociedad ambivalente en la que conviven rasgos abiertos y tolerantes con actitudes más reacias a la presencia de extranjeros. En la presentación del Barómetro el director de Política Familiar y Desarrollo Comunitario del Gobierno vasco, José Luis Madrazo, resaltó la mejoría en los ítems utilizados para medir la opinión de los vascos sobre la inmigración y opinó que 2014 ha marcado “un punto de inflexión”. Según Madrazo, los vascos “han dejado de ver la inmigración como un problema real” y por primera vez desde el inicio de la crisis, las opiniones contrarias se han reducido hasta el 12,4%, “un porcentaje que no se veía desde 2008”.

Tras destacar que la idea de que los inmigrantes “enriquecen” la vida cultural de Euskadi es mayoritaria, José Luis Madrazo dijo que “frente a quienes quieren poner la inmigración en la diana”, los datos demuestran que “hay bastante sensatez y seriedad” en la sociedad vasca y que “los ámbitos de convivencia son amplios”.

Economía y trabajo El repunte de las posturas más tolerantes parece estar relacionado con la mejoría económica y refuerza la visión funcional y utilitarista de la inmigración, aquella que relaciona la llegada de inmigrantes con la necesidad de ocupar determinados puestos de trabajo. “En los últimos cuatro o cinco años los ítems relacionados con la funcionalidad descendieron, la gente no veía la inmigración como algo positivo para el mercado laboral. Es algo lógico en un momento de recesión económica. Lo que vemos ahora es un cambio de pauta y otra vez toma fuerza el discurso funcionalista”, destacó ayer Gorka Moreno, director de Ikuspegi.

Gorka Moreno incidió en los “importantes cambios” registrados en los grupos de actitudes ante la inmigración – tolerantes, ambivalentes y reacios – y señaló que el grupo formado por las personas tolerantes con la población de origen extranjero ha crecido 6,2 puntos – ya representa el 43,3% de la población vasca – y ha mejorado su índice de tolerancia, que alcanza el nivel más alto de su historia (72,35 puntos). Por su parte, el colectivo ambivalente se mantiene estable, con una puntuación en el índice de 52,74 puntos y representa el 41,9% de la población vasca. El grupo de las personas reacias se reduce, pasando del 21,8% al 14,9%, lo mismo que su índice de tolerancia que baja de 39,93 a 31,27 puntos.

Respecto a los prejuicios ante los inmigrantes, Gorka Moreno señaló que la idea que los asocia a un beneficio excesivo de las prestaciones sociales ha descendido en diez puntos porcentuales. “Teniendo en cuenta cual ha sido el contexto y el debate político creo que es un dato llamativo que baje el porcentaje de personas que piensan que se benefician excesivamente, incluso cuando se pregunta expresamente por la Renta de Garantía de Ingresos”.

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