Cañizares se pregunta si todo es trigo limpio en «la invasión de refugiados»

Las declaraciones del cardenal abren el debate en distintos sectores de la opinión pública

Las Provincias, LAURA GARCÉS, 15-10-2015

El arzobispo de Valencia, el cardenal Antonio Cañizares, participó ayer como invitado en los desayunos organizados por Forum Europa – Tribuna Mediterránea. Entre los temas que abordó – en su alocución y en respuesta a preguntas del público – se encontraba la crisis de los refugiados ante la que se preguntó si «esta invasión de emigrantes y de refugiados» que a su juicio registra Europa «es todo trigo limpio». Las declaraciones del purpurado despertaron el debate en distintos sectores de la opinión pública.

Ante esta situación el arzobispado recordó ayer por la tarde la carta que en septiembre publicó el arzobispo en la que defendía a los refugiados. En concreto, se refirió al fenómeno de la emigración como un hecho «de dramaticidad tan intensa y de urgencia tan grave». En aquel escrito consideraba «necesario» que las legislaciones fuesen generosas y equitativas, promotoras de la justicia y la paz y atentas a la solidaridad real y efectiva.

Las declaraciones del cardenal en el Forum Europa sobre los refugiados llegaron en respuesta a la pregunta de un asistente interesado por si los diferentes gobiernos y la Iglesia hacen lo suficiente o lo correcto con los inmigrantes que llegan a Europa huyendo de países en conflicto como Siria.

Durante sus declaraciones en torno a este asunto, el cardenal solicitó prudencia a los gobiernos ante lo que considera «el caballo de Troya» en las sociedades europeas.

Cañizares pronunció sus palabras ante un auditorio en el que se encontraban profesionales de distintos sectores, empresarios y representantes del ámbito eclesiástico como el vicario general, Vicente Fontestad, entre otros sacerdotes.

También asistió el rector de la Universidad Católica, Ignacio Sánchez Cámara, quien presentó la intervención del prelado. Entre los rostros conocidos se encontraban la presidenta del PPCV, Isabel Bonig, la diputada en Les Corts María José Catalá y el también diputado Vicente Betoret. Junto a ellos acudieron varios concejales del PP del Ayuntamiento de Valencia, así como el expresidente de la Generalitat Francisco Camps.

Ante la cuestión de los refugiados indicó que «parece que hay más gestos y propaganda» de atención a los refugiados sirios, pero al mismo tiempo reconoció que «también hay mucha realidad viva» que se está llevando a cabo con estas personas, aunque «de manera prudente» porque, según se ha preguntado: «Esta invasión de emigrantes y de refugiados ¿es todo trigo limpio?».

Sugirió, además, «ver quién está detrás de todo esto» y aseguró que los refugiados «vienen perseguidos muy pocos» y es a estos a los que está acogiendo y atendiendo la Iglesia.

No fue el único asunto de la realidad social al que ayer prestó atención el cardenal, en su intervención o en respuestas a las preguntas del público. También se pronunció la situación económica de España y de consecuencias. A juzgar por sus palabras, no cree que haya aumentado la pobreza en España en «las proporciones tan enormes que dicen». Afirmó que no ve «a la gente más que antes en la calle ni viviendo debajo de un puente».

Al hilo de estas consideraciones sostuvo que hay «una recuperación económica que es necesario reconocer», palabras que puntualizó afirmando que no entraba «en connotaciones políticas, pero es necesario reconocer esa recuperación económica que ha habido en España». Estas palabras le llevaron a hacer hincapié en que toda la sociedad debe apoyarse y avanzar para «hacer entre todos una lucha contra la pobreza».

Otro de los temas que ocuparon parte de la intervención inicial de Cañizares fue la preocupación por la unidad de España, cuestión que es constante en sus intervenciones, si bien en los últimos meses ha ganado presencia tanto en sus pronunciamientos como en la motivación de iniciativas que ha llevado a cabo.

Aseguró que le preocupa España y en algún momento de su intervención, en respuestas a la situación de Cataluña, confirió categoría de «bien moral» a la unidad. Recalcó que si no se trata de un «bien moral, ¿qué hacemos aquí?». Explicó la razón que le llevaba a ofrecer esa consideración en que en esa unidad «está todo lo que está en la entraña misma de nuestro ser, de nuestro ser en Cataluña, en España y en Valencia». Insistió en que esas «raíces, aunque a algunos les sepa muy mal, son el Tercer Concilio de Toledo que trajo la unidad de todos los pueblos y aquí se gestó Europa y la unidad».

La familia fue otra de las cuestiones que ocuparon la intervención. La defendió como «gran pilar» y lamentó que parece como si se estuvieran empeñando en «debilitarla».

La reforma de la ley del aborto del PP, en opinión del purpurado «no supone reforma alguna, sino que confirma la ley vigente de José Luís Rodríguez Zapatero». Reprobó que el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, no haya cumplido con lo que en la «entraña» de su partido defendían.

La «gran obra» del PSOE

Al ser preguntado sobre si teme que el Consell dificulte los conciertos educativos calificó de «tontería» las declaraciones que en su día realizó el conseller de Educación, Vicent Marzà, cuando abogó por «acabar con la barra libre de conciertos educativos».

El cardenal se refirió a los colegios concertados como la «gran obra» del PSOE y defendió la libertad de enseñanza, a la que se refirió como «un derecho constitucional y deberá respetarse». En torno a este asunto advirtió de que luchará «con uñas y dientes y todas mis fuerzas para defender la libertad de enseñanza y los derechos de los padres».

Sobre el 9 d’Octubre, cuando se celebró el Te Deum con la Senyera de Lo Rat Penat tras la decisión del Ayuntamiento de que la Real Senyera no entrara en la catedral, explicó que se hizo «sencillamente lo que corresponde a la historia, a la verdad objetiva y a la tradición».

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