encuentro multicultural

Paelleras por la pluralidad en Mungia

Decenas de personas se congregaron en la jornada de ayer en el parque Torrebillela de Mungia para disfrutar de un encuentro multicultural que tuvo como hilo conductor a uno de los alimentos más universales y básicos: el arroz

Deia, Un reportaje de Z. Rementeria, 12-10-2015

Con el pretexto de que el arroz es un alimento básico y utilizado en las gastronomías de todo el mundo, la iniciativa Arroces del Mundo lleva años cocinándose en distintos pueblos de Euskadi. Así, en la jornada de ayer Mungia se apuntó a este proyecto que busca la integración y el conocimiento de diferentes culturas. La iniciativa se llevó a cabo por primera vez en la localidad organizada por el grupo mungiarra Txispeleta Eskaut Taldea.

Desde primera hora de la mañana el parque de Torrebillela acogió a decenas de personas que iban y venían cargados de butanos y demás utensilios de cocina. Para las 11.00 horas de la mañana los más hábiles cocineros ya estaban demostrando sus dotes culinarias.

El arroz se convirtió así en el nexo de la fiesta que entretuvo por igual a adultos y niños. Con la música de los txistularis de fondo, el arroz, este alimento universal por excelencia, llenó el lugar de un rico aroma que invitaba a los transeúntes a acercarse.

Desde el grupo Txispeleta precisan que este “es un evento para que todos compartamos. Es una manera de trabajar entre gente de distintas culturas, nacionalidades y edades”. Así, el acontecimiento contó con las paellas de distintos grupos, tanto de la propia localidad mungiarra como de otras zonas. Además del grupo de eskaut Txispeleta, tomaron parte en la jornada la Residencia San José, la asociación Lagun Arte, el grupo de eskaut getxotarra Esku Beltz y el grupo comarcal Butroi Bizirik.

Para continuar con la diversidad, cada grupo o asociación participante cocinó el arroz con una receta distinta. De esta forma, mientras que la Residencia San José preparaba “arroz de carne y marisco”, los miembros de Butroi Bizirik se decantaban por “un arroz con almejas, como toda la vida”, eso sí, utilizando solamente productos ecológicos de la zona. Estos además, subrayaron que el evento era “una manera estupenda de hacer relación con gente que viene de otros lugares”.

El toque distinto y más exótico lo pusieron los asociados de Lagun Artean, un centro de acogida que acompaña los procesos de incorporación social de las personas sin hogar y en situación de grave exclusión social. De esta manera, sus miembros se inclinaron por preparar el universal cereal con “diversas especias y verduras” que despertaron la curiosidad de muchos de los allí congregados. Asimismo, se mostraron encantados de poder celebrar este día en Mungia ya que ellos llevan “muchos años participando en la misma iniciativa en Bilbao y siempre nos ha gustado”.

Los encargados de preparar la jornada fueron, asimismo, los que llamaron la atención de todos los que se acercaban al parque y es que utilizaron una paellera gigante para preparar su plato. Los jóvenes monitores de Txispeleta aseguraban que “son los padres y madres de los eskaut los que cocinan. Ellos también se implican mucho en los acontecimientos que llevamos a cabo y además se lo pasan súper bien”. Estos llegaron a primera hora de la mañana “cargados con los cacharros” para dar de comer a todos los presentes. Como precisaban mientras no dejaban de remover la paellera, “en el grupo de eskaut ya somos 140 y queremos hacer más raciones para que otros participantes también prueben lo que hemos cocinado. Es un día de repartir y aprender de los demás”.

Mientras los mayores se divertían con la fiesta y el buen ambiente, los más pequeños participaron en los talleres y juegos. “Hemos querido incluir también la pluralidad en los juegos de los niños y por ello tratan sobre la multiculturalidad y la discapacidad”, concretan desde Txispeleta. Igualmente, estos pudieron divertirse con los talleres de manualidades en los que construyeron nidos para pájaros y máscaras de todo tipo. Además, un gran grupo de personas se concentraron en el taller de henna donde una profesional dibujaba motivos florales a todo el que se animaba.

A mediodía todos los presentes se juntaron para degustar los diversos platos preparados durante la soleada mañana. Así, y mientras la comida se movía por la mesa, la gente se relacionaba entre sí, consiguiendo de esta forma cumplir con el objetivo de la fiesta.

Tras la comida, el buen ambiente no decayó en ningún momento gracias a la música que inundó el lugar. Los monitores de los eskaut mungiarras se mostraban positivos y aseguraban que “esperamos repetir la iniciativa el año que viene y hacerla aún más grande. Seguro que más asociaciones de Mungia y de otros sitios se animan y conseguimos que se convierta en un día popular”.

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