El asesino guarda silencio
El supuesto homicida de Eva Blanco, la joven de Algete, se negó ayer a declarar ante la juez que ordenó su ingreso en prisión donde será sometido a un control para evitar que intente suicidarse de nuevo
El Mundo, , 10-10-2015Ahmed Chelh, el presunto asesino de Eva Blanco, de 52 años, guardó ayer silencio ante el juez 18 años y seis meses después del crimen. Llegó a España por la mañana y por la tarde se negó a declarar ante el titular del juzgado de Instrucción número 4 que investiga el caso. En las dependencias judiciales sí consintió que se le tomase una muestra de su ADN que se cotejará con los restos genéticos hallados en el cadáver de Eva Blanco la noche del crimen, el 20 de abril de 1997.
Su rostro, abatido y triste, le delató a lo largo del día. Sin fruncir el ceño, sin un sólo gesto, ya parecía culpable. Debajo del cuello aún se podía observar la herida que el mismo se causó al intentar rajarse la yugular con un trozo de ladrillo el pasado fin de semana tras su arresto. Los agentes que le escoltaron aseguran que no dijo ni una sola palabra durante horas y que parecía un zombi. Sus ojos estuvieron perdidos y apenas se inmutó durante la agitada jornada de traslados desde Francia a España.
El supuesto criminal llegó a España en un avión de la Guardia Civil custodiado por agentes de este Cuerpo. Pasó durmiendo todo el viaje y no hizo ningún comentario. Tras aterrizar en la base aérea de Torrejón de Ardoz fue conducido a la Comandancia de Tres Cantos. Allí se le tomó la reseña policial.
En las dependencias de la Guardia Civil sí le quedaron ganas de comer. Tomó agua, zumo, leche condensada, galletas y barritas energéticas.
Más tarde fue trasladado al Juzgado de Instrucción de Torrejón que instruye el caso, al que llegó a las 16.50 horas. Allí le esperaban un centenar de personas que le increparon e insultaron con gritos de «asesino». Entre los presentes, unos vecinos de Algete: «Hay que lincharle, que se pudra en la cárcel», vociferaban.
Hasta en dos ocasiones la juez le pidió que si quería declarar algo y las dos veces movió la cabeza de un lado a otro sin decir nada. A continuación, uno de los agentes le sacó saliva de su boca para extraer su huella genética, la prueba clave para su triple inculpación: asesinato, violación y detención ilegal.
Ahmed fue asistido por un abogado del turno de oficio y por la noche era conducido al centro penitenciario de Alcalá Meco. En el recinto se le aplicará un protocolo antisuicidios. Estará acompañado por un preso, probablemente también magrebí.
Su silencio ante la juez contrasta con lo que manifestó ante el fiscal francés. Allí contó que la noche del crimen de Eva coincidió con la joven por el pueblo. Asegura que dos encapuchados le obligaron a acercarse a la chica y abusar de ella. El asesino reconocía así que estuvo en el lugar del homicidio. Sin embargo, no dio el nombre de las dos personas que estuvieron con él.
La clave de la investigación fue el análisis genético de la muestra encontrada en el cuerpo de Eva Blanco, que se hizo en el Instituto de Ciencias Forenses de la Facultad de Medicina de la Universidad de Santiago de Compostela en 2013 y que fue entregado a la Guardia Civil en enero de 2014.
Ese informe, que se pudo practicar gracias a los avances en genética forense, permitió concluir que la muestra de ADN correspondía a un varón norteafricano.
Con ese dato, la Guardia Civil analizó el censo de Algete entre 1995 y 1999 y acotó la investigación sobre 300 personas, a las que buscó en diferentes puntos de España. La muestra 90 fue la determinante. Aunque no coincidía al 100%, permitió localizar en Algete al hermano del presunto asesino y a partir de ahí organizar la búsqueda de todos los descendientes de la rama paterna de esa familia. De ese modo, se localizó en Francia a Ahmed que se fue de España en 1999, precisamente el año en que se intentó sin éxito hacer una recogida masiva de muestras de ADN entre los hombres de Algete.
El padre de eva quiere mirar a los ojos al homicida
Los padres de Eva Blanco, Manuel y Olga, vivieron ayer otra jornada de emociones. La llegada a España del supuesto asesino de su hija hace 18 años volvió a acelerar sus corazones. «Está siendo un día muy difícil. Vuelven a pasar por tu cabeza muchos recuerdos», explicó ayer Manuel. «Sí me gustaría estar frente a frente con él y mirarle a los ojos para poder decirle algunas cosas», asegura. «Le preguntaría por qué lo hizo y si sabe todo el daño que ha hecho. Es un monstruo y un asesino y personas como él no pueden estar en la calle», reiteró el padre de la joven de Algete que volvió a confirmar que jamás había visto al asesino. «No le conozco ni le recuerdo. No sé quién es. Sólo espero que se haga Justicia y espero que delitos como estos nunca prescriban», apuntó.
También la madre de Eva Blanco explicó que le gustaría hablar con él aunque no sabría si finalmente tendría fuerzas. «Es que igual al final le daría una bofetada o le escupiría», comentó Olga a Telemadrid.
La mujer piensa que «le preguntaría como pudo haber hecho algo así a una niña». «Sólo espero que le condenen a lo máximo posible y que se muera en la cárcel. Si él no va a ver más a su familia yo tampoco voy a ver más nunca a mi hija», sentenció.
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