“Parecía que estaban contentos y entendían que en cualquier otro país se les iba a devolver”

donostia – Los tres jóvenes iraquíes de origen kurdo tendrán “complicado” solicitar protección internacional, tanto en el Reino Unido como en cualquier otro país de la Unión Europea, a pesar de no haber formalizado su solicitud de asilo en Gipuzkoa. La Convención de Dublín, que establece las reglas de juego en Europa sobre este tipo de solicitudes, señala que el país competente para regularizar su situación es aquel donde entraron, por primera vez, de manera irregular. Y en este caso, está claro, ya que los tres jóvenes fueron fichados por la Er – tzaintza tras ser hallados en el interior de un camión frigorífico en Hernani.

Los tres inmigrantes permanecen desaparecidos desde el martes al mediodía, tal y como adelantó ayer este periódico. La última vez que se tuvo noticias de ellos fue ese día por la mañana, cuando acudieron al centro de Atención al Inmigrante que Cruz Roja Gipuzkoa tiene en el paseo Zarategi de Donostia para asistir a clases de castellano.

A partir de entonces, se desconoce adónde fueron o lo que hicieron, porque no regresaron al albergue Abegi etxea de Intxaurrondo donde permanecían acogidos. Ni para comer ni para dormir. Y tampoco al día siguiente. Por eso, el miércoles se dio aviso a Cruz Roja. “Nos comunicaron desde el albergue que estas personas no habían pasado la noche allí”, explicó ayer Kattalin Aranguren, responsable de Acogida e Inclusión Social de Cruz Roja Gipuzkoa.

La única pista de su paradero la ofrecieron ellos mismos en la declaración que realizaron ante la Ertzaintza y en la que explicaron que su intención inicial cuando partieron de Kirkuk, en el norte de Irak, para huir de los combates y del Estado Islámico, era llegar al Reino Unido porque tenían allegados. De hecho, cuando fueron rescatados del interior del camión pensaban que se dirigían hacia allí, por lo que tuvieron que explicarles dónde se encontraban, en realidad.

Sin embargo, ya sea en el Reino Unido o en otro país de Europa, estos tres jóvenes, dos de 19 y uno de 26 años, lo tendrán “complicado” si solicitan algún tipo de protección internacional para regularizar su situación. Así lo explican a este periódico desde CEAR – Euskadi.

La primera razón por la que debería ser el Estado español el que se encargue de procesar cualquier petición de asilo u otro tipo es porque “es el primer país en el que entraron irregularmente”. De hecho, la Brigada de Extranjería de la Policía Nacional en Donostia les incoó un expediente de expulsión por este motivo, al mismo tiempo que quedó constancia de su presencia aquí cuando la Ertzaintza les tomó las huellas para tratar de identificarlos.

En segundo lugar, “España es un país seguro” y, por tanto, podría dar el estatus de refugiado o una protección internacional subsidiaria, si así lo considerara oportuno, a estos tres jóvenes.

Estas dos razones son suficientes para que cualquier país de la Unión Europea rechace su petición y los devuelva a España, de acuerdo con el Convenio de Dublín – ley europea revisada en 2003 que busca clarificar los procesos de postulación de solicitantes de asilo – . Una normativa que también ha firmado el Reino Unido.

De todos modos, cada caso es “particular”, como advierten desde CEAR – Euskadi, aunque lo lógico es que, tal y como establece la ley, si son identificados, sean devueltos a España.

Oportunidad perdida De hecho, desde que fueran hallados el pasado martes, 29 de septiembre, en el interior del camión, de origen polaco, Cruz Roja se había hecho cargo de sus necesidades básicas, como establece el Programa Global de Protección Internacional de la Secretaria General de Inmigración y Emigración, que otorga ayudas a las ONG para gestionarlo. “Se les ofreció un kit de higiene personal, un vestuario básico, la cobertura de los gastos de farmacia, un mediador intercultural y un traductor de kurdo sorani (el dialecto que hablaban), además de asesoría jurídica”, detalló ayer Aranguren.

Asimismo, con un intérprete residente en Madrid, cuyo contacto facilitó el Gobierno regional del Kurdistán en España, habían mantenido varias conversaciones por teléfono para preparar la entrevista que los tres jóvenes tenían acordada el 21 de octubre en Extranjería, donde, supuestamente, iban a formalizar su petición de protección internacional. “Al menos, así lo habían expresado”, confesaba ayer la responsable de Cruz Roja.

Incluso, estaba previsto que hoy otro intérprete se desplazara hasta Gipuzkoa para poder resolver cualquier duda que pudieran tener. Por eso, aunque “no es el primer caso”, sí que llama la atención que, tras haber manifestado su intención de quedarse aquí, hayan desaparecido de un día para otro.

De haber prosperado su petición, los tres podrán haber optado, bien a un estatus de refugiado, bien a una protección subsidiaria que les habría facilitado un permiso de residencia y de trabajo durante, al menos, un año.

“Pero han seguido su camino”, reconoció ayer la responsable de Cruz Roja, quien admitió que es “una posibilidad” que hayan puesto rumbo al Reino Unido.

un paso complicado No obstante, ni siquiera lo van a tener fácil para llegar. Todavía son recientes las imágenes de inmigrantes hacinados en los campamentos de alrededor de la ciudad francesa de Calais a la espera de una oportunidad para atravesar el Canal de La Mancha y llegar al “sueño” inglés. Muchos se han jugado la vida y en lo que llevamos de verano una decena de inmigrantes la han perdido intentándolo. Además, tampoco es uno de los países que más estatus de refugiado otorga. En 2014, según datos del Eurostat, aprobó el 39% de las casi 26.000 solicitudes de asilo que recibió, frente a porcentajes como el 77% de Suecia, por ejemplo.

De todos modos, se desconoce si realmente el Reino Unido ha sido su destino. Lo único que está claro es que han optado por dirigirse a otro lugar. “Parecía que estaban contentos y entendían que en cualquier otro país se les iba a devolver. No teníamos indicios de que esto fuera a pasar”, concluyó Aranguren.