Los refugiados llevan siendo noticia desde principio del verano desde que estalló de manera masiva la crisis humanitaria. Aprovechando este momento, un fotógrafo húngaro ha tenido la idea de simular que las modelos con cuerpos esculturales que posaban para presentar las tendencias de la temporada otoño – invierno eran refugiadas también. Las fotografías han dado la vuelta al mundo, pero lejos de avalar su trabajo lo denuncian.

En las imágenes se ve cómo una joven cruza una alambrada, otra huye de la policía y otra luce el pecho al descubierto junto a una valla. La sesión ha despertado la indignación de muchos, por “suponer un insulto al sufrimiento de padecen miles de personas que se juegan la vida intentando cruzar Hungría en busca de una nueva vida”.

Ante la oleada de críticas, Baksa se ha defendido en Twitter con una serie de mensajes: Las fotos son reproducciones de las informaciones de los medios húngaros. Algunas muestran a refugiados luchando por su vida, otras muestran a terroristas o migrantes agresivos". El objetivo no es ofender a los refugiados ni a nadie más – ha continuado – , sino mostrar la dualidad de las noticias que se emiten. Estas imágenes son el resultado de un proyecto voluntario que trata de abrir mentes y reunir diferentes puntos de vista".