Una oleada de críticas está rodeando la sesión del fotógrafo húngaro Norbert Baksa. El motivo: una serie de imágenes con las tendencias de la temporada otoño-invierno en las que las modelos simulan ser refugiadas sirias en Hungría.

Entre otras, en una de las fotos se ve a una joven simulando cruzar una alambrada. En otra, la modelo huye de la policía y en otra más luce el pecho al descubierto junto a una valla.

Evidentemente, la sesión ha despertado la indignación de muchos, por “suponer un insulto al sufrimiento de padecen miles de personas que se juegan la vida intentando cruzar Hungría en busca de una nueva vida”.

Por su parte, Baksa se ha defendido en Twitter con una serie de mensajes: Las fotos son reproducciones de las informaciones de los medios húngaros. Algunas muestran a refugiados luchando por su vida, otras muestran a terroristas o migrantes agresivos". El objetivo no es ofender a los refugiados ni a nadie más ha continuado, sino mostrar la dualidad de las noticias que se emiten. Estas imágenes son el resultado de un proyecto voluntario que trata de abrir mentes y reunir diferentes puntos de vista".