La célula yihadista desarticulada este fin de semana, con 10 detenidos en una operación conjunta de la Policía Nacional y las autoridades de Marruecos, se dedicaba al adoctrinamiento y la captación de personas que eran enviadas a los territorios bajo control de Estado Islámico (DAESH, en sus siglas en inglés) en Siria e Irak. Según el Ministerio del Interior, este grupo se centraba principalmente en la captación de mujeres.

En total, han sido seis detenidos en Casablanca y cuatro en España: en Badalona (Barcelona), Toledo y Xeraco (Valencia). Entre los arrestados en nuestro país hay dos mujeres de nacionalidad marroquí y dos hombres. Uno de ellos es de origen marroquí con nacionalidad española, y el otro es un musulmán converso de nacionalidad portuguesa.

Con estas detenciones, Interior da por neutralizada «una plataforma muy activa cuyo fin principal era incrementar de forma continuada los activos de la organización terrorista DAESH».

Según las investigaciones, el grupo había establecido una serie de ramificaciones en España y Marruecos, con conexiones internacionales que llegaban hasta las zonas de combate. Esto les permitía disponer de datos en tiempo real de las circunstancias en que se producían los desplazamientos de voluntarios para engrosar las filas del Estado Islámico.

El funcionamiento del grupo desarticulado se iniciaba cuando alguno de sus miembros mostraba públicamente su pleno y absoluto compromiso con la organización terrorista DAESH, justificando sus acciones terroristas y acatando totalmente su ideario, principalmente, en las redes sociales.

A partir de ahí, la labor de captación del entramado se dirigía sobre todo a sujetos que interactuaban con la red, mostrando una afinidad ideológica con sus planteamientos, lo que propiciaba la conexión con sujetos radicales cuyo proceso de captación se veía acelerado. Posteriormente, el grupo procedía al aislamiento de los nuevos miembros, y sólo les eran autorizadas las relaciones con otros integrantes.

Una vez seleccionados los candidatos, y finalizado el proceso, se daban las instrucciones concretas para lograr el desplazamiento a la zona de combate de destino, en el momento y de la forma oportuna. La transmisión del ideario yihadista se realizaba en comunicaciones con un elevado grado de privacidad, algo que conseguían mediante el uso de plataformas virtuales de comunicación, que servían de filtro de seguridad.

Los detenidos en España comparecerán esta semana ante el juez de la Audiencia Nacional José de la Mata.