DONOSTIA – Los dos inmigrantes kurdos que se encuentran acogidos en un albergue municipal de Donostia presentarán alegaciones al expediente de expulsión incoado en su contra por el Cuerpo Nacional de Policía, algo que aún no se ha planteado a su compañero, porque sigue hospitalizado. Así lo anunciaron ayer fuentes jurídicas próximas al caso, que explicaron que el tercer inmigrante kurdo estudiará los pasos legales a dar una vez “mejore” su estado de salud, porque ahora sigue bajo tratamiento, ya que sufre una complicación renal.

Estas tres personas fueron descubiertas la tarde del pasado martes en el interior de un camión frigorífico, que se encontraba en una área de servicio de la AP-8 en Hernani, por un transportista que escuchó los golpes y gritos que proferían desde dentro del vehículo. Por el hecho de estar en situación irregular en territorio nacional, la Policía les incoó ayer un expediente administrativo sancionador, proponiendo su expulsión del Estado por espacio de tres años, una resolución que, según las fuentes citadas, “no es definitiva” ya que los afectados disponen de un plazo de 48 horas para formular alegaciones.

Así, los dos inmigrantes que se encuentran acogidos por Cruz Roja en un albergue municipal de Donostia ya han manifestado su voluntad de recurrir la expulsión ante la Brigada de Extranjería en la Comisaría de la Policía Nacional de Donostia. De forma paralela, ambos extranjeros manejan la posibilidad de formular una solicitud de asilo o, en su defecto, una de “protección internacional subsidiaria”. En cualquiera de los dos casos, “el procedimiento de expulsión quedaría en suspenso de forma automática hasta que se resuelva” su solicitud.

ATENDIDOS POR LA CRUZ ROJA La responsable del Programa de Acogida e Inclusión Social, Kattalin Aranguren, explicó que de momento les tienen que detallar el funcionamiento de la Ley de Asilo para que ellos decidan si pedir la condición de refugiados. Están “nerviosos” y “en shock”, pero se encuentran “ilusionados” y bien físicamente, indicó Aranguren, y añadió que se hallan en la red de recursos de la Cruz Roja “con todas las necesidades cubiertas”. “No están ni detenidos, ni retenidos por la Policía y tienen apoyo social, psicológico, jurídico y de un mediador”, apuntó. “Todavía estamos comunicándonos con ellos, y esperando a que se tranquilicen”, informó.

El intercambio de palabras resulta difícil porque los iraquíes hablan un dialecto del kurdo, un idioma “muy complejo”. Se comunican con el mediador en árabe, pues conocen algo de este idioma. Aún así, Aranguren aprovechó la ocasión para anunciar que buscan un intérprete de su idioma. “Pensaban que iban a llegar a otro sitio y les hemos tenido que explicar dónde está el País Vasco”, anunció Aranguren. Todavía “necesitan tiempo”, porque llegaron “muy desinformados”. Así, el miércoles les dejaron descansar y ayer comenzaron a explicarles en qué consiste la Ley de Asilo para que “ellos decidan” si solicitar asilo político o no. “Estamos haciendo el trabajo que hacemos siempre cuando hay una persona que puede ser susceptible de pedir asilo político o protección internacional”, recalcó Aranguren.

Por otra parte, la diputada de Política Social, se reunió ayer con Ayuntamiento de Donostia y Cruz Roja para tratar el asunto. Determinaron que los iraquíes se alojaran en un albergue municipal de Donostia y concretaron que podrán permanecer durante más de tres días. – Alicia Zulueta