El ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, ha informado hoy de que España lleva tramitadas, en lo que va de año, cerca de 10.000 demandas de asilo y ha estimado que para finales de 2015 esta cifra llegará hasta los 18.000 al margen de los programas de reubicación comunitaria. Así lo ha detallado hoy el ministro del Interior en respuesta a una interpelación urgente del grupo parlamentario de la Izquierda Plural, sobre las medidas que piensa adoptar el Gobierno en la presente situación de recogida de refugiados.

Fernández Díaz ha señalado que, a día de hoy, España ha tramitado cerca de 10.000 demandas de asilo, a las que habría que sumar las de los requerimientos de Dublín (aquellas personas que no tramitan su demanda de asilo en el primer Estado al que llegan y que se desplazan hasta un segundo país) y de las que España asumiría otras 5.000.

“Estamos trabajando porque cada día tenemos decenas de demandas de asilo en frontera y en los lugares que la ley de asilo y protección internacional prevé y que se están tramitando de manera ordinaria”, ha explicado el ministro.

En este sentido, ha señalado que con estas cifras a finales de año España habrá tramitado entre 17.000 y 18.000 demandas de asilo al margen de los programas de reubicación comunitaria en materia de acogida e integración de refugiados. De todos ellos, la mitad proceden de Siria y el 90% de las demandas de los refugiados procedentes de este país se han tramitado en la frontera de Melilla, en la Oficina de Asilo y Refugio.

La cifra de solicitudes de asilo previstas para el final de 2015 supone un crecimiento del 202% respecto a las peticiones registradas en 2014, cuando se registraron 5.941, lo que supuso un aumento del 31,64 % respecto a 2013.
Reubicación y asentamiento
Sobre el proyecto comunitario de reubicación y asentamiento, España “está preparada” y “tiene los deberes hechos”, según Fernández Díaz. “En cuanto los países de los que proceden los refugiados (Italia y Grecia) cumplan con el procedimiento establecido por la Comisión Europea, tenga la certeza de que inmediatamente empezarán a venir a España”

El ministro ha explicado, en este sentido, que no pueden empezar a actuar cada uno por su cuenta “porque al final esa solidaridad llevaría a poca eficacia”. “En cuanto estén preparados, nosotros nos desplazaremos ahí para que esas personas vengan”. También ha reconocido que se deben agilizar los plazos y se ha comprometido a cumplir la voluntad de acogida e integración. “España va a estar a la altura de las circunstancias, por nosotros no va a quedar”.