Tensión en los centros de asilo alemanes

Catorce personas, tres de ellas agentes, resultaron heridas en enfrentamientos entre hombres de distintas nacionalidades

La Voz de Galicia, JUAN CARLOS BARRENAberlín / colpisa,, 29-09-2015

Lo que empezó a mediodía como una disputa anodina en el comedor del centro de acogida de refugiados en el antiguo aeropuerto de Calden, junto a la localidad de Kassel (centro de Alemania), acabó de noche en una batalla campal en la que tuvo que intervenir la policía. Al menos 14 personas, tres de ellas agentes, resultaron heridas en los enfrentamientos entre hombres de distintas nacionalidades. Unas 1.500 personas residen provisionalmente en grandes tiendas de campaña con calefacción en el viejo aeródromo de Calden, donde casi a diario se producen incidentes.

Según la prensa local, la pelea comenzó por las desavenencias entre un pakistaní de 80 años y un albanés de 18 que se coló en la fila para el reparto del almuerzo provocando el enfado del anciano, que lo increpó a gritos. Pese a estar ya sentado comiendo, el joven se levantó y lo abofeteó. Los ánimos se calmaron, pero horas después unos 70 pakistaníes armados con barras de aluminio tomadas de sus camas golpearon indiscriminadamente a todo el que consideraran albanés. En esa primera batalla campal ocho personas resultaron heridas.

Ya al anochecer, el ataque fue protagonizado por unos 300 albaneses que trataron de agredir a los pakistaníes. Los policías se interpusieron entre ambos bandos y fueron agredidos con gas pimienta. Tras controlar la situación, los agentes trasladaron a la fuerza a un centenar de implicados a otros refugios.

Separar por religiones
«Cuando un centro de acogida de refugiados preparado para 750 tiene que atender a 4.000, la estrechez provoca agresiones y cualquier nimiedad hace que la gente llegue a las manos», subrayó el vicepresidente del Sindicato Alemán de Policía (GdP), Jörg Radeck. El dirigente sindical destacó que es habitual que los refugiados se ordenen ellos mismos por países de procedencia y los enfrentamientos surgen por sus distintas costumbres vivir.

«Debemos hacer lo posible para evitar nuevos brotes de violencia y creo conveniente acogerlos en centros separados según su religión», dijo Radeck, quien estima inevitable alejar a musulmanes de cristianos. El alcalde de Calden, Mail Mackewitz, se expresó en parecidos términos. «Cuando más de un millar de personas de 18 nacionalidades se ven obligadas a convivir hay un cierto peligro», explicó. Especialmente problemáticos resultan al parecer los refugiados de Albania, muy numerosos y que ven generalmente rechazadas sus solicitudes por proceder de un país «seguro». «Saben que su retorno forzoso a Albania tarde o temprano será inevitable y no ocultan su irritación», comentó un portavoz del centro de acogida.

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