Un proceso que puede durar un año, en el caso de Ossamah Al Abed Almohsen ha llegado a buen puerto en una semana. Llegó a España el pasado 16 de septiembre, desde Munich hasta Madrid, con sus hijos Mohamad y Zeid, en un viaje en el que le acompañaba este periódico, y ya tiene su permiso de «residencia temporal por circunstancias excepcionales», según explicó ayer Miguel Galán, el presidente del Centro Nacional de Formación de Entrenadores (CENAFE).

Galán fue quien, conmovido por la historia de Ossamah y su hijo Zeid, decidió hacer algo por esta familia. Lo hizo después de que trascendieran las imágenes del momento en el que ambos corrían intentando llegar a lugar seguro en la frontera con Hungría. En ese momento, la periodista húngara Petra Laszlo les puso una zancadilla y cayeron al suelo. Una imagen que recorrió el mundo entero el pasado 9 de septiembre.

En poco más de dos semanas, Ossamah, que era entrenador de fútbol en su país, y sus hijos han pasado de luchar por su vida a pie a través de fronteras europeas, para escapar de la guerra en Siria, a estar en España.

Según ha explicado Galán en su cuenta de Twitter, «los servicios de inteligencia de España han confirmado» que las informaciones aparecidas en Facebook que afirmaban que Ossamah era terrorista eran un «montaje».