Con el paso terrestre cortado por las autoridades turcas para acceder a Grecia a pie, varios grupos de refugiados han optado una vez más por la forma más arriesgada de entrar en la Unión Europea (UE): por mar. Este domingo, 17 personas murieron ahogadas frente a las costas turcas tras salir en una precaria embarcación de madera desde los alrededores de la turística ciudad de Bodrum, a tan solo cuatro kilómetros de la isla griega de Kos. Los guardacostas turcos aseguraron haber encontrado 20 supervivientes al naufragio. Todos ellos vestían chalecos salvavidas y eran de nacionalidad siria, de cuya prolongada guerra huían.

«Un total de 37 personas se embarcaron en un bote de ocho metros de longitud. Nuestros compañeros han rescatado a 20 personas y han encontrado los cuerpos de 17», indicó el gobernador local, Amir Çiçek, citado por el rotativo local ‘Hürriyet’. Çiçek señaló que no quedaban desaparecidos tras el naufragio, que se produjo en las primeras horas del domingo. Hace dos semanas, 15 refugiados perdían la vida en la misma zona en un incidente similar.

Por su parte, la agencia estatal de noticias Anadolu añadió que este sábado, la Guardia Costera de Turquía había interceptado dos barcazas que transportaban 31 refugiados sirios y afganos que pretendían llegar a Kos. Alentados por la poca distancia que separa Turquía de la isla griega, 10 de ellos optaron por intentar de alcanzarla a nado. Entre las medidas desesperadas para alcanzar territorio europeo, también se han registrado episodios en los que los refugiados buscan llegar a las islas griegas practicando esquí acuático, una de las actividades ofertadas a los visitantes de las turísticas ciudades turcas bañadas por el mar Egeo.

Con estas nuevas muertes, la cifra de ahogados en el mar Mediterráneo en lo que va de año se aproxima a 2.900, según los datos de la Organización Internacional para la Migración (IOM). El número de llegadas por mar a Europa hasta la fecha, siempre de acuerdo a esta fuente, es de más de 505.000 personas, la mayoría de estas a Grecia desde Turquía, que acoge a más de dos millones de refugiados sirios. El país eurasiático se ha convertido en punto clave de paso para refugiados que escapan de la violencia principalmente en Siria, Irak, Irán, Afganistán o Pakistán.