La UE ayudará a los vecinos de Siria para frenar la migración
El Periodico, , 24-09-2015Tras el acuerdo cerrado el pasado martes para redistribuir a 120.000 refugiados más durante los próximos dos años, los líderes europeos están abordando este miércoles lo que en opinión de la mayoría debe ser ahora la principal prioridad: frenar el flujo de llegadas. Para empezar, con un refuerzo de los controles en las fronteras exteriores. En segundo lugar, con la repatriación inmediata de los refugiados que no cumplan los requisitos de acogida y, en tercero, dando más dinero a los países fronterizos con Siria y las agencias de Naciones Unidas para que asistan a los refugiados de los campos de refugiados.
«Todos reconocemos que no hay soluciones fáciles y que solo podemos gestionar este reto trabajando juntos, en espíritu de solidaridad y responsabilidad», señala el texto, de apenas dos páginas, que negocian esta noche los dirigentes europeos. El compromiso pasa por adoptar una serie de decisiones operativas antes de la cumbre europea de mediados de octubre con el objetivo de recuperar el control de las fronteras exteriores porque el flujo de refugiados seguirá aumentando. Hay «millones de potenciales refugiados intentando llegar a Europa», admitía ayer el presidente de la UE, Donald Tusk.
La idea de convocar una cumbre extraordinaria al más alto nivel político sobre asilo e inmigración, la segunda en los que llevamos de año, surgió de la canciller alemana, Angela Merkel, y su colega austríaco, Werner Fayman, tras la decisión unilateral de abrir sus fronteras para acoger a los refugiados que huían de Hungría. La urgencia lo requería y Tusk recogió el guante y convocó una cita en la que se escucharon ayer muchas voces críticas. «Empezamos a hablar de redistribución de personas cuando teníamos que haber empezado por cosas más serias», se quejó la presidenta de Lituania, Dalia Gribauskaite, haciendo hincapié en que antes del reparto tendrían que haber hablado de reforzar fronteras y a ayudar en origen.
Es la misma receta que defiende el polémico primer ministro húngaro, Viktor Orbán, fiel defensor de blindar Europa. «Schengen todavía existe. Hay que cumplir la legislación. Si no se siguen las normas, toda la UE estaría en un caos», recordaba este miércoles subrayando donde está a su juicio el problema. «Si los griegos no son capaces de defender sus propias fronteras hay que pedirle amablemente que deje a otros países de la UE defenderlas», reivindicaba. Esa es precisamente una de las nueve medidas recogidas en la tibia declaración pactada ayer: reforzar los controles y ayudar a los países que están en primer linea en la identificación y registro de refugiados, así como aplicar «inmediatamente» la repatriación de inmigrantes ilegales.
La otra gran prioridad más allá del control fronterizo es aumentar el dinero para los países donde se concentran los refugiados de Siria. «Tenemos que asegurarnos de que la gente de los campos de refugiados está bien alimentada y cuidada, ayudarlos, pero también para que no piensen en hacer este difícil viaje a Europa», añadía en la misma línea el primer ministro británico, David Cameron. La vicepresidenta de la Comisión Europea, Federica Mogherini, sumaba otro argumento de peso. «¿Por qué vienen ahora los refugiados? Una de las razones es que las agencias que operan sobre el terreno han sufrido recortes en los últimos tiempos», explicaba sobre el tijeretazo que muchos países han dado en su ayuda y que en algunos casos llega al 90%. Un ejemplo, el Programa Mundial de Alimentos ha tenido que retirar una tercera parte de la ayuda que ofrece a los refugiados sirios debido a la falta de recursos. «Sabemos que el dinero no lo es todo ni la solución mágica», pero tenemos que «restaurar la financiación para las agencias que operan con los refugiados sobre el terreno», reivindicaba.
En esta urgencia se enmarca precisamente el anuncio de ayer de la Comisión Europea de elevar su ayuda de emergencia en 1.700 millones de euros adicionales que destinarán a apoyar internamente a los estados miembros para la gestión de los flujos pero también en los campos de refugiados. Más allá de este montante, los líderes de la UE se mostraron dispuestos a engordar los fondos comprometiendo «al menos 1.000 millones de euros adicionales» que estarán destinados esencialmente al ACNUR y al Programa Mundial de Alimentos. Por si algún dirigente tuviera dudas de lo que significa Europa, el francés Françóis Hollande dejó esta reflexión. «Europa es un conjunto de valores y principios y los que no compartan sus valores ni respeten sus principios deben replantearse su presencia en el seno de la UE», zanjó.
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