el drama de los refugiados »

Las claves de la pugna política sobre la cuestión migratoria

Europa deberá acoger este año a 200.000 refugiados, sobre todo de Siria e Irak.

El País, Luca Costantini, 23-09-2015

Este año, según la ONU, Europa deberá acoger a 200.000 refugiados procedentes en su gran mayoría de Siria e Irak. Se trata de una mínima parte de los 12 millones de sirios desplazados por la guerra, pero ha sido suficiente para que la política europea evidenciara sus divergencias. El martes, los líderes europeos acordaron el reparto de 120.000 asilados con el voto en contra de Hungría, República Checa, Eslovaquia y Rumanía; mientras que Finlandia se abstuvo. Este miércoles, los jefes de Estado y de Gobierno se reunirán para dar una imagen de “credibilidad” y unión, según comentó la jefa de la diplomacia europea, Federica Mogherini, y para pactar las próximas medidas sobre la crisis migratoria.

¿En qué consiste el reparto de 120.000 asilados?

El reparto de 120.000 refugiados se suma a un primer contingente de 32.000 plazas pactadas desde hace más de una semana entre la Comisión y los Estados miembro. En líneas generales el acuerdo prevé el reparto de 120.000 refugiados entre los Veintiocho en un periodo de dos años: una primera parte de asilados (66.000) se repartirán en los próximos doce meses, mientras que los restantes 54.000 se redistribuirán el segundo año, a la espera de que algún país de la UE pida acceder a esta “reserva” de plazas en 18 meses. En caso de que nadie las reclame, estas plazas se repartirán entre Grecia e Italia.

¿Existen mecanismos sancionadores para quien no cumpla el acuerdo?

El reparto de refugiados ha sido establecido en el marco del Tratado de Lisboa (artículo 74) que contempla medidas de emergencia en caso de crisis migratorias. Aun así, los acuerdos firmados ayer no prevén mecanismos sancionadores para los países que, en caso de alegar riesgos para la seguridad nacional, pueden legalmente interrumpir la acogida de refugiados.

¿Con qué criterio se reparten las cuotas?

El reparto de asilados tiene en cuenta varios índices, entre los cuales están la riqueza medida a través del PIB anual de cada Estado miembro. Según las estimaciones de la UE, el gasto medio por cada refugiado es de unos 6.000 euros anuales. Alemania, el país que aceptará más asilados acogerá a 17.037 asilados; Malta, el que menos, 71. Francia, España y Polonia aceptaran 12.962, 8.023 y 5.082 personas, respectivamente. A estas cifras habrá que añadir el reparto de los otros 54.000 refugiados aprobados y pendientes de reubicar hasta que algún Estado lo reclame, lo que elevará el cupo total que tendrá que aceptar cada Estado. Reino Unido, Dinamarca e Irlanda, que gozan de derechos de no participación en materia de Justicia e Interior, no participan del reparto de cuotas de asilados –aunque Reino Unido prevé acoger a 20.000 refugiados, Dinamarca a 1.000 e Irlanda ha anunciado su intención de sumarse también.

¿Devoluciones y admisiones?

Una de las claves para activar estas transferencias de refugiados consiste en el funcionamiento de los centros de registro de asilados en las fronteras de la Unión. Estos centros (hotspots, en su traducción al inglés) serán lugares donde los migrantes serán registrados y donde se declarará su derecho de asilo en el caso que se compruebe. Estos centros están ya parcialmente establecidos (hay dos en Italia y uno en Grecia) y deben garantizar que todos los demandantes de asilo quedan debidamente registrados y reciben el trato adecuado. Los migrantes económicos que no se reconozcan como refugiados podrán ser devueltos a sus países de origen.

¿Qué falta por hacer?

Las medidas acordadas hasta ahora forman parte de una respuesta extraordinaria de la UE a la crisis migratoria. Desde este momento, los líderes europeos deberán debatir cómo atajar las raíces de la crisis, fomentar el diálogo y la cooperación con los países africanos y de los Estados más afectados por el conflicto sirio como Turquía, Jordania y Líbano. El refuerzo de los controles exteriores es otro punto esbozado del que se espera que la Unión Europa dibuje una estrategia a largo plazo, dotando con más medios a la agencia responsable de la vigilancia, Frontex.

¿Inmigrantes o refugiados?

Según las normativas comunitarias e internacionales, son refugiados los migrantes que provienen de países en conflicto y que puedan probar la existencia de “fundados temores de ser perseguidos por motivos de raza, religión, nacionalidad, pertenencia a un determinado grupo social u opiniones políticas”, según declara el Estatuto del Refugiado de la ONU de 1951. De acuerdo con Eurostat, el 75% de los demandantes de asilo que vienen de Siria, Irak o Eritrea reciben el estatus de refugiado en la UE, por lo que estas serán las tres nacionalidades de los refugiados que se reubiquen.

Divisiones políticas

A lo largo de las últimas semanas se han producido algunos desencuentros entre las cancillerías europeas. Si Alemania, Francia e Italia han empujado para que los países europeos aceptaran la segunda repartición de 120.000 cuotas propuesta por la Comisión, los países del bloque oriental, como Lituania y Polonia la han criticado. Otros países, como Hungría, Eslovaquia, República Checa y Rumanía, han votado en contra de las cuotas, criticando la posibilidad que los refugiados, en gran mayoría musulmanes, puedan libremente circular por el espacio Schengen.

Vallas y controles fronterizos

El tratado de Schengen – que se firmó en 1985 entre cinco Estados y que luego se amplió a 26 – prevé que los ciudadanos de los países firmantes puedan circular libremente entre sus territorios. El tratado prevé la suspensión temporal de la libre circulación en caso de grandes eventos o de amenazas para la seguridad nacional. Sin embargo, invita a los Estados fronterizos a controlar los confines con países que no forman parte del espacio Schengen. Las vallas alambradas construidas por parte de Hungría en la frontera con Serbia son por lo tanto legales. En las últimas semanas, varios países, entre los cuales Alemania, Austria, Eslovaquia, Croacia y Hungría, restablecieron controles en sus pasos fronterizos. Se trata de la primera suspensión de Schengen por razones migratorias en la que se han visto involucrados tantos Estados al mismo tiempo.

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