Tensiones inesperadas
El Periodico, , 23-09-2015La crisis de los refugiados, más allá del drama humano por resolver, está erosionando las relaciones entre los países centroeuropeos, incapaces de coordinarse para recibir y atender adecuadamente a los expatriados. Los rifirrafes y los reproches mutuos se reproducen a diario, y ayer fue la propia presidenta de Croacia, la conservadora Kolinda Grabar – Kitarovic, quien se permitió acusar a la cancillera Angela Merkel de haber provocado el caos generalizando la invitación a todos los refugiados para ir a Alemania y luego frenando su llegada.
«Merkel llamaba recientemente a los refugiados a ir a Alemania. Estos días puso el freno de mano y dijo que Alemania no puede recibir a todos esos inmigrantes económicos», afirmó Grabar – Kitarovic en declaraciones a la emisora Nova TV. «Al hacer eso, sin ser consciente, con tantos automóviles en camino [Merkel] provocó un caos en la carretera, y ahora hay que resolver ese caos», concluyó.
Grabar – Kitarovic criticó incluso la forma en que el Gobierno croata del premier socialdemócrata Zoran Milanovic encaró la crisis, especialmente por haber permitido la entrada sin control de refugiados, y propuso llamar al Ejército «para defender la seguridad de los ciudadanos y la soberanía del país».
La avalancha de refugiados procedentes de Serbia – 35.000 en los últimos siete días – ha desbordado a Croacia, que este fin de semana se vio obligada a cerrar siete de sus ocho pasos fronterizos y cortar el tráfico de camiones, provocando colas kilométricas en la frontera. La medida indignó a Belgrado, a quien acusa de dirigir a los refugiados hacia la frontera croata, y acrecentó las tensiones y rivalidades entre los dos vecinos. Tras la amenaza serbia de tomar represalias, Zagreb decidió ayer levantar el bloqueo a los vehículos aunque solo para los productos perecederos, según informó la radio estatal citando un comunicado oficial.
Mientras, en Berlín, la cancillera Merkel apelaba a la «responsabilidad moral» de Europa e instaba a todos los socios de la UE a colaborar en la búsqueda de soluciones ante la crisis de los refugiados. Merkel insistió en que Europa debía demostrar sus «valores», su respeto a la dignidad humana y también enviar «señales de orden».
La cancillera remarcó que la crisis actual no se podrá solucionar «con la construcción de vallas», sino combatiendo sus causas. Indirectamente apuntaba a Hungría, donde un decreto firmado por el primer ministro Viktor Orbán prevé la instalación de nuevas barreras en las seis provincias del país declaradas en «estado de crisis por inmigración masiva». En este mismo país entró ayer en vigor la ley que autoriza a movilizar al Ejército en apoyo de la policía en las fronteras y a usar material antidisturbios e incluso armas de fuego.
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