En la crisis de refugiados, procedentes sobre todo de la guerra siria, los niños, y en particular los menores no acompañados, son los más vulnerables, y necesitan una respuesta integral a corto, medio y largo plazo, según un documentos suscrito por 9.000 pediatras y cirujanos infantiles, miembros de la Asociación Española de Pediatría (AEP). A través de su Grupo de Cooperación Internacional y la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria (AEPap), advierten que, durante el viaje, los niños y adolescentes están sometidos a riesgos: desde deshidratación y malnutrición hasta tortura, esclavitud y abuso sexual.

«Es prioritario que todos los niños y las niñas reciban el cuidado, la protección y el apoyo adecuados, tanto en el momento de su llegada a las costas europeas como en su posterior acogida e integración en Europa», dice el informe. «No es sólo cuestión política o humanitaria, sino de justicia y respeto a los derechos humanos».

El documento el Grupo de Cooperación Internacional de la AEP y la AEPap también destaca la necesidad de unificar los criterios de asilo, y recuerda que el derecho internacional de los refugiados y la garantía de la unidad familiar otorga prioridad a niños y adolescentes.

«La deportación inmediata, el retorno forzoso, o la detención de un niño son violaciones de los derechos de los niños y no deberían ser parte de las medidas utilizados por la Unión Europea para promover la readmisión de los migrantes en los países de origen y tránsito», mantienen los firmantes de las sociedades de pediatría, que ofrecen su cooperación para la participación activa en la atención sanitaria de los menores, así como en el diseño y puesta en marcha de un programa de acogida en el que se priorice las necesidades especiales de la infancia.