Las llegadas de menores indocumentados por la frontera suroeste de Estados Unidos aumentaron en agosto, después de situarse a la baja a comienzos del año, y pese a que ese mes es el que suele registrar un número menor de llegadas.

Según datos de la Patrulla Fronteriza publicados hoy, 5.158 menores fueron capturados cruzando la frontera sur en agosto, la mayoría detenidos en el sector del Río Grande (sureste de Estados Unidos).

De ese grupo, un total de 4.600 menores llegaron sin acompañante, lo que supone un importante aumento de las llegadas con respecto a los meses previos de este año.

En julio, la Patrulla Fronteriza detuvo a 4.177 menores sin acompañantes por cruzar la frontera.

Sin embargo, el dato de agosto supone la mitad de lo registrado en la crisis del verano de 2014, cuando se llegaron a contabilizar 10.000 llegadas en un mes.

El mayor aumento se produjo entre los menores guatemaltecos (1.475) y salvadoreños (1.287), seguidos de cerca de un millar de mexicanos.

Este incremento de las llegadas de menores y familias ha llevado al Departamento de Seguridad y la Casa Blanca a prepararse ante una nueva oleada de llegadas de inmigrantes, como la que ocurrió el verano del año pasado.

En una rueda de prensa, el portavoz de la Casa Blanca, Josh Earnest, afirmó que este aumento de agosto ha sido “sorprendente”, especialmente porque en los meses de canícula las llegadas bajan drásticamente, algo que no ha sucedido.

Earnest recordó que los números, no obstante, están por debajo de los máximos del año pasado.

“Hemos trabajado mucho y nos tomamos esto muy en serio. Vamos a estar vigilantes en los próximos meses”, aseguró Earnest, quien recordó a las familias de los niños migrantes que el viaje es extremadamente peligroso y no vale la pena poner a sus hijos en manos de traficantes de personas.

Estados Unidos ha puesto en marcha una estrategia de cooperación y desarrollo con países centroamericanos para atajar las causas de la inmigración.