El flujo masivo de refugiados procedentes de Oriente Próximo alcanza ahora a Austria. Unos 10.700 entraron ayer en el país procedentes de Hungría, súmandose a los 10.500 que habían llegado el sábado, según un portavoz de la policía en la provincia oriental de Burgenland. En Estiria, provincia suroriental que limita con Eslovenia, otras 1.000 personas habían cruzado la frontera durante el fin de semana.

Por mucho que los países implicados lo nieguen y algunos de ellos se enzarcen en rifirrafes diplomáticos, parece evidente que algún tipo de acuerdo está funcionando para consolidar esta ruta desde el sureste de Europa hacia Alemania, el objetivo de la mayoría de los refugiados. Más de 27.000 han entrado en Croacia desde el miércoles, después de que Hungría cerrara su frontera con Serbia, y cada hora llegan cientos más, informaba ayer el Ministerio del Interior en Zagreb. Desde el viernes, las autoridades croatas les devuelven en autobuses y trenes a la frontera con Hungría, desde donde son enviados por las húngaras hacia Austria.

Hungría empezó sin embargo a colocar ayer la anunciada valla de acero en el paso fronterizo de Baranjsko Petrovo Selo, informó la televisión pública croata HTV. «El paso se parece más a la entrada a un campo de concentración que a un país», explicó un reportero de la emisora. En la frontera parecía crecer la tensión aunque ayer por la tarde el paso seguía abierto, según HTV.

En el frente diplomático, ayer la escalada de tensión fue entre Hungría y Rumanía. Bucarest calificó de «autista», «inexplicable» y «contrario a la idea de la UE» el proyecto húngaro de construir otra valla en la frontera entre ambos países. El ministro de Exteriores húngaro, Peter Szijjártó , echó leña al fuego recordando que el primer ministro rumano está siendo investigado.

NUEVO NAUFRAGIO / Mientras, en aguas del Egeo, al menos 13 refugiados sirios – entre ellos seis menores – murieron ayer y otros 13 desaparecieron al hundirse un bote neumático con 46 personas a bordo tras colisionar con un barco de pasajeros turco. Los refugiados habían partido de la localidad turca de Ayvacik en dirección a la isla griega de Lesbos. Los servicios de rescate turcos, apoyados por un helicóptero de la agencia europea Frontex, rescataron a 20 personas con vida.