El drama de los refugiados resuena en la Peña
Canarias 7, , 20-09-2015El drama de los asilados de guerra llegó ayer hasta la misa principal de las fiestas de la Peña en la voz del obispo Francisco Cases quien pidió ayuda a la patrona insular por este problema humanitario. La ausencia del presidente Fernando Clavijo, que había anunciado que no podía asistir, redujo la presencia institucional en el día grande de las fiestas.
Las fiestas de la Peña terminaron ayer como empezaron: bajo un cielo de nubes que permitieron ayer oír la misa principal del obispo con un desacostumbrado frescor. Monseñor Francisco Cases se dirigió directamente a la patrona insular como «querida madre» para rogarle principalmente por los refugiados y por los desempleados.
Como ya ocurrió en las fiestas de las patronas de Gran Canaria y Lanzarote, el obispo entabló un diálogo con la Virgen que arrancó con la preocupación por el drama humanitario de los refugiados. «Nos duelen algunos temas, madre: las largas filas de personas que huyen de las guerras de Siria, Irak y Afganistán.». Cases también pidió ayuda por otras largas filas, «las de los inmigrantes del Mediterráneo que vienen de África».
Parados de largo duración. En su diálogo con la patrona insular también destacó su preocupación por las personas que engrosan las filas del desempleo desde hace varios años y los parados más jóvenes. En su lista de pesares transmitidos a la Peña, no olvidó incluir a la Iglesia «que a veces nos entusiasma y a veces nos hace sufrir porque podría ser mejor». La crítica a la Iglesia se repitió cuando afirmó que «a veces también confunde y buscar el poder de la riqueza».
Sacada del santuario como cada mediodía del tercer sábado de septiembre, la pequeña imagen de alabastro de la Virgen de la Peña llegó a la carpa donde se celebró la misa presidida por una lluvia de pétalos.
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