Hungría ha declarado el “estado de crisis por inmigración masiva” en otras dos provincias fronterizas, con Eslovenia y en parte con Austria, informó este viernes el Gobierno. Con la inclusión de las provincias de Zala y Vas ya son seis en donde se ha declarado el “estado de crisis”, junto a las de Baranya, Somogy, Csongrád y Bács – Kinkun.

Además, el primer ministro de Hungría, el conservador Viktor Orbán, anunció hoy que ya su país ha iniciado la construcción de una valla alambrada de metro y medio de altura a lo largo de 41 kilómetros en la frontera con Croacia. “Defenderemos las fronteras del país. No era esto a lo que nos preparábamos en los últimos 20 años, no queríamos un mundo así”, dijo Orbán en una entrevista a la radio pública “Kossuth”.

El estado de crisis durará medio año (con la posibilidad de prologarlo) y en esos seis meses el Gobierno puede intensificar los controles fronterizos, y la Policía y el Ejército asumir las tareas de registrar a los solicitantes de asilo.

Por otra parte, las autoridades podrán utilizar inmuebles y bienes muebles estatales o de los ayuntamientos locales en las zonas fronterizas para instalar allí, por ejemplo, centros de registro.

Desde que Hungría cerró su frontera con Serbia, los miles de refugiados que huyen de conflicto en Oriente Medio han modificado su ruta y tratan de llegar a Austria cruzando Croacia y Eslovenia.

Ayer las autoridades húngaras interceptaron a 453 personas que entraron de una forma ilegal en el país desde Croacia.