Valsega: «El tango es hijo de la emigración, de gente que tenía muchas nostalgias»

Fernando Valsega, Cantante de tango, El Teatro Coliseo acoge mañana un espectáculo de música y baile con el género más internacional de Argentina

Diario Vasco, FÉLIX MORQUECHO, 18-09-2015

Dicen que el tango es el género de la nostalgia, y por eso los argentinos lo cantan por todo el mundo. Sus compases llegarán mañana hasta el escenario del Teatro Coliseo y lo harán con la música de quienes llevan con orgullo esta música desde la distancia. Fernando Valsega y su grupo New Exilio Tango ya saben lo que es mostrar el alma de Argentina y ahora presentan el espectáculo ‘Sur, la luna al revés’. Música, baile e imágenes para poner un rincón de Buenos Aires sobre las tablas del teatro eibarrés.

Espectáculo. Sur, la luna al revés.



Intérpretes. Fernando Valsega & New Exilio Tango.



Cuándo. Mañana sábado a las 20.30 horas.



Dónde. Teatro Coliseo.



Entrada. 8 euros, taquilla abierta desde una hora antes.



- Fernando Valsega & Exilio New Tango, ¿cómo se formó este grupo?

- Yo llevo muchos años en el mundo de la música y con el tango llevo más o menos veinte años. He tenido varios grupos y este es el más importante. Llevamos unos cuatro años tocando en distintos festivales y teatros. Lo complicado es que la mayoría de los chicos vive en Barcelona, alguno viene de Italia y yo vivo en Getxo, pero nos juntamos para tocar varias veces al año.

- ¿’Sur, la luna al revés’ es un espectáculo distinto al que han hecho en ocasiones anteriores?

- Sí, cambia porque el espectáculo es un compendio de bastantes cosas. Primero, el repertorio está muy escogido para ofrecer determinadas cosas. Hay temas clásicos junto con otros que son modernos dentro de lo que es el movimiento del tango. Hacemos hincapié por ejemplo en Astor Piazzolla que es un grande para nosotros, tal vez el más grande de los compositores de tango. Fue el que revolucionó la música en los años 60. Este hombre es argentino, se crió en Estados Unidos y regresó a Argentina donde fusionó el tango con otras músicas, con el jazz, con la música clásica… Francamente es un creador muy reconocido a nivel mundial.

- Aunque tuvo sus opositores

- Eso es, fue una revolución porque en aquella época el tango era un movimiento muy fuerte en todo el mundo. Hubo gente que no lo aceptó porque consideraron que no era tango, que era otra cosa. Afortunadamente se impuso su criterio porque lo que ha producido es impresionante. Por eso hacemos mucha música de Piazzola y también otros temas clásicos pero con arreglos actuales. El pianista Cristian Moya ha hecho unos arreglos que nos dan un toque diferente. Por otra parte tenemos un fondo de escenario multimedia en el cual se reflejan imágenes constantemente de Argentina, del tango, del fútbol, de todas las cosas que tienen que ver con nosotros.

- Y hay bailarines.

- Sí, hay varias parejas que nos acompañan para un show en el que queremos acercar un pedacito de la esencia de lo que es la música popular de Argentina.

- ¿Qué tiene el tango para ser conocido en todo el mundo?

- Se dice que el tango se empieza a entender y empieza a gustar cuando uno pasa de los treinta años. Ahora no es así porque hay mucha gente en Argentina que está aprendiendo tango, sobre todo a bailar que es lo más conocido. También se fusiona con el rock y el pop, prácticamente todos los grandes autores musicales argentinos hacen tango en algún momento o lo incorporan a su repertorio. Es la raíz. Tiene magia. Se puede comparar con el blues en Estados Unidos aunque sean géneros con distintas circunstancias y en distintos contextos.

- ¡Tan conocido y tan difícil de bailar!

- Sí, yo no bailo tango. Suelen decir en Argentina que el que canta no baila. Yo intenté aprender con mi madre que era muy buena bailarina y después de cuatro pisotones me dijo «nene, dedícate a otra cosa». Yo soy más vasco que argentino porque soy bastante duro para moverme a estos niveles (ríe). Es muy difícil y es una maravilla cuando se logra dominar, es un género espectacular porque resume muchas emociones. El tango tiene eso, es muy emocionante y los que lo bailan dicen que se vibra al compás de la música y se ponen de manifiesto muchos sentimientos.

- ¿Qué público se encuentran hoy en día en sus actuaciones?

- Hay todo tipo de público y hay muchas vertientes. Hay milongas donde las orquestas de tango van para los bailarines. Nosotros tenemos un perfil un poco diferente para este show porque está diseñado para teatros. La gente lo ve sentado y lo puede disfrutar de otra manera. Se mezcla tango instrumental, tango cantado que son la mayoría de los temas, y el baile. Y entre el público hay de todo. Hoy en día hay muchas opciones de música y ante tanta oferta pensamos que el tango está diseñado para un perfil de gente un poco más mayor, no vieja, pero gente que puede degustar esto con la sensibilidad de una perspectiva diferente. Por eso cuando tocamos la mayoría de la gente pasa de los treinta o cuarenta años. Es el grueso de los espectadores, pero también hay gente de veinte años a la que le gusta mucho porque es algo abierto a todos los públicos.

- ¿Qué le diría a alguien que no conozca bien el tango y tenga curiosidad?

- El tango refleja lo que es el pulso, el latir de la gente de Argentina. Es una forma de ver la vida, las letras son muy profundas y reflejan valores que pueden ser tópicos pero que van con el carácter de los argentinos, la familia, la novia, el despecho… Tiene un punto nostálgico pero también un aire vacilón. Cuando empezó el tango a finales del siglo XIX y principios del XX eran como los punkis de la época. Las letras eran muy divertidas, estaban prohibidas porque se consideraba inmoral y no bailaban los hombres con las mujeres, bailaban hombres como hombres, gente de campo y muchísimos inmigrantes. De hecho el tango es hijo de la emigración. Españoles, italianos, vascos, polacos, alemanes… era gente que tenía muchas nostalgias y confluían en este género que se hizo muy popular primero en Argentina y luego en todo el mundo. Desde París, con Carlos Gardel, se popularizó en todo el mundo porque es el reflejo del alma, del espíritu de los argentinos, sobre todo de Buenos Aires.

Texto en la fuente original
(Puede haber caducado)