Sociedad
La niña que viajó al Vaticano para pedir por su padre encarcelado planea repetir la hazaña
ABC, , 18-09-2015Jersey Vargas, de 11 años, quiere que el Papa interceda en la reforma de las leyes migratorias en Estados Unidos
Jersey Vargas, la niña de 11 años que viajó a la Ciudad del Vaticano para hablar con el Papa Francisco y abogar por su padre indocumentado con orden de deportación, ha anunciado que intentará realizar otra vez su hazaña durante la visita del Pontífice a Estados Unidos.
La niña procederá esta vez con su intento bajo el estigma de ser una «bebé ancla», término despectivo con el que se refieren a los hijos de indocumentados nacidos en Estados Unidos.
«Si mis padres no traen los mismos derechos que yo traigo es como que yo tampoco los tengo, pero yo quiero seguir luchando para ayudar a la comunidad y también ayudar a los niños inmigrantes y decirles que sigan luchando, que tengan fe», ha dicho Jersey, minutos antes de entrar en su escuela.
La fe de esta pequeña se volvió inquebrantable después de ver a su familia separada y casi destruida.
El sufrimiento de Jersey comenzó tras el arresto de su padre Mario Vargas, un mexicano de 43 años, el 27 de septiembre de 2013 por conducir sin licencia en EE.UU. Desde entonces, su progenitor fue enviado a un centro de detención en el estado de Luisiana donde esperaba su deportación.
Mientras el padre estaba encerrado, la madre de Jersey, Lola Vargas, tuvo que trabajar duro para mantener a sus entonces cuatro hijos y tratar de sacar a su esposo de la cárcel.
En medio de ese panorama, Jersey Vargas decidió asumir el reto de ir hasta el Vaticano junto a una coalición de grupos proinmigrantes que buscaba la intervención del papa Francisco para detener la separación de familias en EE.UU.
En el Vaticano no tenían cita previa, no obstante la pequeña tuvo que esperar varias horas a que el Pontífice pasara en su recorrido habitual.
La espera tuvo su recompensa y la niña logró acercarse al Papa y contarle su dolor y el de miles de niños que sufren por la deportación de sus padres. Francisco la escuchó y la bendijo.
Pocos días después de la hazaña de la menor, Mario Vargas fue liberado y desde ese momento la niña se propuso no parar hasta lograr un milagro definitivo: la reforma migratoria.
«Él (Francisco) hizo una gran deferencia en mi vida, es un milagro y como él está más cerca a Dios, él sí puede hacer un cambio y cambiar así los corazones de los republicanos que no nos quieren dar la reforma migratoria», ha explicado.
La próxima semana Jersey emprenderá su viaje hacia Washington D.C. y Filadelfia, donde el Santo Padre desarrollará parte de su visita a Estados Unidos. Esta vez, la menor irá acompañada de sus padres y sus cuatro hermanos.
A pesar de que tampoco tiene una cita previa con el máximo representante de los católicos, el arzobispo de Los Ángeles, José Gómez, le ayudó para que pueda asistir a la canonización del padre Junípero Serra en la Basílica en Washington, mientras que el congresista Xavier Becerra le dio su respaldo y la ayudará para asistir a la ceremonia del papa Francisco en el Congreso.
«Yo le quiero dar las gracias y apoyar al papa Francisco porque él me ayudó a que mi familia se reuniera», ha dicho la pequeña, que ha llevado su mensaje incluso a sus compañeros de escuela.
«Mis amigos siempre están pendientes, me dicen qué bueno que vas a ir a Washington, yo no sabía de eso y dile al papa que yo le mando saludos», ha contado.
Nacida en Panorama City, en el estado de California, la pequeña afirmó que ella, como miles de niños, están siendo usados por los republicanos y aseguró que los aspirantes a la candidatura conservadora para la Casa Blanca en 2016, como Donald Trump, no han querido conocerlos ni saber las aportaciones de sus padres.
«Yo digo que no nos ha conocido todavía porque hay muchas gentes buenas que solo estamos aquí para tener opciones», ha dicho.
En esta odisea migratoria, el abogado Alex Gálvez seguirá respaldando a la familia.
Como católico, el experto en leyes de inmigración está seguro que el Papa Francisco trae en su agenda una petición al Gobierno y al Congreso estadounidense que favorecerá a los once millones de indocumentados.
«Por primera vez un papa se va a presentar y va a dar un discurso frente al Congreso, es algo histórico, pero quiero que sepan que no es una coincidencia, es un plan para ayudar a los indocumentados y a los latinos para que pasen una reforma migratoria», ha asegurado.
En su nueva hazaña, Jersey Vargas pretende superar nuevamente los cercos de seguridad y entregar al Pontífice un manto que su madre bordó dándole las gracias por reunir a la familia.
«Se lo voy a entregar y decirle que muchas gracias», ha concluído.
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