UN SISTEMA INMUNE DEBILITADO POR LA HUIDA

El Mundo, LAURA TARDÓN MADRID, 18-09-2015

Se espera que en unas cuatro o cinco semanas empiecen a llegar a España los 14.931 refugiados que el Gobierno se ha comprometido a acoger. Hasta ese momento, el frío y las condiciones en las que están realizando su salida de Siria hacia otros países están mermando la salud de muchos de ellos por lo que requerirán una atención específica.

Raquel González, delegada de Médicos Sin Fronteras (MSF) en Madrid, explica a EL MUNDO los principales problemas de salud con los que se encuentran en su día a día estas personas en tránsito. En la zona de Hungría, «la gente llega con un sistema inmunitario muy débil (por la mala alimentación, cansancio y esfuerzo) y enfermedades crónicas sin tratar durante días. El 60% de las atenciones están relacionadas con problemas respiratorios, el 30% se dan en embarazadas, y también hay hombres con heridas infectadas». En la parte del Mediterráneo, tanto en Grecia como en Italia, «vemos a población con heridas por violencia (de golpes o balas) que proceden en su mayoría de Libia. Muchos presentan hipotermia, dolores musculares, algunos casos de pérdida de conciencia porque estaban exhaustos, infecciones respiratorias y de piel, enfermedades gastrointestinales… Todo vinculado al viaje y a las condiciones de vida». El apoyo psicológico es otra de las esferas en las que se trabaja desde MSF.

A pesar de esto, tal y como señalaba esta semana la Organización Mundial de Salud (OMS), «pese a la percepción común, no hay ninguna asociación sistemática entre migración y la importación de enfermedades contagiosas». Los casos del síndrome respiratorio de Oriente Próximo (MERS) que se han dado en Europa desde 2012 fueron ocasionados «por viajeros o turistas, no por refugiados o inmigrantes». Por eso, se considera que el riesgo de «importación de agentes infecciosos raros y exóticos como el virus del ébola, Marburg y Lassa a Europa es extremadamente bajo».

Como implementación a la estrategia de apoyo sanitario de los países europeos, la OMS acaba de anunciar un plan de ayuda, incluyendo médicos y asesoramiento, para la planificación de emergencia, así como cursos de entrenamiento para el personal de fronteras. «Hoy más que nunca, la situación requiere una respuesta regional amplia y sistemática de salud», subrayaba la directora regional de la OMS para Europa, Zsuzsanna Jakab.

«A raíz de la modificación del sistema sanitario en 2012, los solicitantes de asilo tienen derecho a ser atendidos en el sistema público de salud», afirma Raúl Baez, portavoz de Cruz Roja. Los países europeos, concretamente España, «disponen de recursos económicos e infraestructuras sanitarias suficientes para atenderlos y evitar las graves consecuencias que pudieran avecinarse», señala Marciano Sánchez Bayle, portavoz de la Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública (FADSP). No obstante, es necesario «hacer un análisis de la situación actual del sistema de asilo, acogida y asistencia para valorar si los recursos disponibles son los adecuados o si hay que reformularlo», puntualizan fuentes de la Sociedad Española de Reumatología, una de las organizaciones médicas que han ofrecido su colaboración en los planes de acción que finalmente se lleven a cabo. En ello «están trabajando los distintos ministerios implicados, con las comunidades autónomas, los ayuntamientos y distintas ONG». En este sentido, Sánchez Bayle, apunta que una buena planificación de acogida debería incluir «un primer chequeo para descartar problemas importantes (cualquier enfermedad infectocontagiosa) y para comprobar el estado vacunal de los menores».

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