Internacional

Estados Unidos se acerca a Rusia para reorientar su estrategia en Siria

ABC, Mikel Ayestarancorresponsal en jerusalén, 18-09-2015

El máximo responsable militar de las fuerzas estadounidenses en Oriente Medio, el general Lloyd Austin, afirmó el fracaso del proyecto americano de entrenar a «rebeldes moderados» en el país árabe

El máximo responsable militar de las fuerzas estadounidenses en Oriente Medio, el general Lloyd Austin, hizo público lo que era un secreto a voces, el fracaso de la estrategia de Estados Unidos de entrenar a «rebeldes moderados» en Siria para convertirles en unidades terrestres capaces de dar continuidad a los bombardeos desde aire y mar. Desde que el presidente Barack Obama lanzara su guerra contra el grupo yihadista Estado Islámico (EI) el pasado verano dejó claro que no desplegaría tropas estadounidenses, lo que obligó a Washington a dedicar 500 millones de dólares para poner en marcha un plan inicial de preparación para 5.400 hombres. El primer grupo entrenado por EEUU, compuesto por 56 efectivos, entró en combate en julio, «pero ahora solo quedan cuatro o cinco», reveló Austin, que informó de que el restó murió, resultó herido o fue capturado en una ofensiva del Frente Al Nusra, brazo de Al Qaeda en Siria. En la actualidad apenas un centenar de sirios trabaja junto a instructores estadounidenses por lo que los mandos militares piensan que hay que cambiar de planteamiento.


Los problemas para dar con la estrategia adecuada para derrotar el EI han llevado a EEUU a valorar la posibilidad de aceptar la oferta de Rusia, gran aliado de Bashar Al Assad junto a Irán, de entablar «un diálogo entre militares». El secretario de Estado, John Kerry, reveló esta opción y declaró que el ministro de Asuntos de Exteriores, Sergei Lavrov, le aseguró que el refuerzo de las últimas semanas de la presencia rusa en Siria se debe a la lucha contra el EI. Los movimientos de Moscú han alertado también al vecino Israel y la próxima semana el primer ministro, Benyamin Netanyahu, viajará hasta la capital rusa para entrevistarse con el presidente, Vladimir Putin, y mostrarle su preocupación ante la posibilidad de que algunas de las nuevas armas enviadas a Siria caigan en manos de la milicia chií de Hizbolá, otro de los grande aliados del régimen.


Fuentes del Ejército sirio consultadas por la agencia Reuters confirmaron el creciente apoyo militar ruso y revelaron la llegada de «nuevas armas de diferente tipo. Los soldados reciben entrenamiento para saber usarlas y algunas de ellas ya están operativas. Son altamente efectivas y de gran precisión». La firmeza de Moscú y Teherán en su apoyo a Assad desde el primer día de la guerra contrasta con los cambios permanentes en Occidente a la hora de respaldar a la oposición, política y militar, lo que allanado el camino al éxito de grupos extremistas como el Frente Al Nusra o el EI, las dos principales fuerzas hoy de la oposición al régimen.

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