El uso de teléfonos móviles por los inmigrantes dentro del Centro de Internamiento de Extranjeros es el último motivo de indignación por parte de la Policía Nacional. Su utilización había sido limitada por los responsables del CIE tras constatarse que muchos de los ingresados los empleaban para hacer fotos a los agentes, pero el juzgado de instrucción número tres de Valencia (el encargado de velar por las condiciones del CIE) ha permitido ahora que los internos los utilicen.

La única limitación que el juez pone al uso de los móviles es que estos se empleen en la franja concreta que determine el CIE y durante un periodo de ocho horas diarias. Si los teléfonos no disponen de cámara o de conexión a internet, el juzgado permite que los extranjeros los empleen de manera continuada.

El excomisario de Extranjería Antonio Martínez constata que las fotos a los policías “se han producido y se han mandado a familiares de los internos en el exterior”. El mando policial jubilado en julio señala que un informe policial alertaba del “gravísimo riesgo” para los funcionarios.

El argumento del juez, no obstante, se basa en la Ley 4/2000, que regula el funcionamiento de un CIE. Esta fija que no se trata de un centro penitenciario, sino de un lugar “preventivo” en el que ingresan los extranjeros ilegales hasta ver si se procede a su expulsión o puesta en libertad. Por tanto, no se puede coartar su libertad de comunicación.