Interior advierte de que la acogida del sirio Osama en Madrid "no puede generalizarse"

El Día, , 17-09-2015

El ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, ha advertido este jueves de que la acogida en España del refugiado sirio al que zancadilleó una periodista húngara y que ya se encuentra en la localidad madrileña de Getafe junto a dos de sus hijos, es un caso “singular” y “no puede generalizarse”.

En declaraciones a RNE recogidas por Europa Press, ha incidido en que no se puede “pretender empezar a traer a España a refugiados al margen del procedimiento y del acuerdo comunitario” porque, en ese contexto, “no puede ir cada país actuando por su cuenta”.

“Ahora ha sido este club de Getafe pero pensemos en una ciudad, en una comunidad autónoma quisiera hacerlo. No puede hacerlo, entre otras cosas porque el asilo es competencia del Estado, pero es que además no les van a dejar las agencias comunitarias (…) Hay que ir a esos centros y hacerlo de acuerdo a como la Comisión Europea establezca”, ha afirmado.

Se refiere así a este hombre cuya imagen dio la vuelta al mundo al ser derribado por una periodista húngara cuando cargaba en brazos a su hijo de siete años e intentaba superar la frontera de Hungría en su huída de la guerra hacia el centro de Europa. El Centro de Formación de Entrenadores (CENAFE) le ha invitado a desplazarse a la localidad con una oferta de contrato de trabajo, con la que espera regularizarse como un trabajador extranjero más, es decir, sin solicitar asilo.

Fernández Díaz, tras aclarar que no va a definir la situación jurídica actual de Osama como “ilegal en ningún caso”, ha afirmado que el entrenador se encuentra “en una situación de hecho en la que el principio humanitario está prevaleciendo”.

“Como ministro del Interior no voy a poner ningún obstáculo a que este hombre, que sabemos todos su historia, pueda acoger a su familia de Siria, estar en Getafe, hacer su vida, integrarse en España y ser feliz, pero una flor no hace primavera. Es un caso especial, singular”, ha señalado.

Ha añadido que “si es refugiado, tiene que pedir asilo”, asunto que gestiona su departamento. “Nosotros no vamos a poner objecciones y se va a hacer todo lo posible para que su situación, que no voy a decir ilegal pero sí extraordinaria, pueda estar legalizada lo antes posible para que pueda con su familia vivir feliz entre nosotros. No vamos a poner ningún obstáculo”, ha asegurado. “HAY QUE CEÑIRSE A LA UE”

En su opinión, si bien “merece respeto ese sentimiento humanitario y esa iniciativa” hay que ceñirse “guste o no, a las condiciones que las instituciones comunitarias determinen” y que España quiere se definan “lo antes posible”. “Debemos ser conscientes de que esas inciativas, para que sean eficaces, ese sentimieno de acogida que sale del corazón de las personas buenas y no merece sino valoración positiva, se tiene que hacer de manera ordenada”, ha reiterado.

Para el responsable de Interior, las instituciones y particulares deben participar “en el sentido de ofrecer sus capacidades de acogida” para que se vaya “preparando la infraestructura para estar en condiciones de acoger” cuando llegue el momento, pero siempre de “forma ordenada porque llenos de buenas intenciones no se será eficaz” y porque el reasentamiento y reubicación de estos refugiados “no es un programa español, sino europeo”.

Otro de los asuntos sobre los que se ha pronunciado el ministro son las cargas policiales contra los refugiados en Hungría, a quienes se han lanzado cañones de agua y gases lacrimógenos, para incidir en que “la UE no está preparada para un éxodo humano como el que se está produciendo”, ya que está “en permanente proceso de construcción” y se está preparando ahora “un poco a remolque de los acontecimientos”.

“Hemos visto lo que ha pasado estos días. Alemania abrió sus puertas de par en par y las ha tenido que cerrar. En Francia, vemos lo que ha dicho Nicolás Sarckozy, por no hablar de Marie Le Pen. Han dicho cosas muy duras que si se dijeran en España chirriarían, hablando de volver a fronteras interiores, de dejar en suspenso permanente Schengen, de limitar los derechos de las personas refugiadas (…) En general todas las personas están llenas de buenas intenciones pero luego, hay que contrastarlas con la realidad”, ha añadido.

SEGURIDAD EN LOSHOTSPOTS

Sobre el programa europeo, Fernández Díaz ha recordado que tras la falta de acuerdo en la reunión del pasado 14 de septiembre “porque varios países del centro de Europa se opusieron”, habrá un nuevo encuentro el próximo martes en Bruselas y otro el 8 de octubre en Luxemburgo para poder avanzar en el proyecto de la Comisión de repartir a los 60.000 refugiados (40.000 reubicados y 20.000 reasentados) que se acordó acoger en julio y a los 120.000 que ha añadido la administración Juncker.

Según ha indicado, está condicionado a la puesta en marcha en Italia, Grecia y Hungría de los citados ‘hotspots’ donde se hará el cribado entre los refugiados y los inmigrantes económicos, que “deberán ser devueltos a sus países de origen” y donde además, intervendrán las agencias europeas para “controlar” los perfiles de esas personas a fin de “garantizar la seguridad”.

“Van a estar Europol EASO y FRONTEX en esos ‘hotspots’ donde se ba a hacer la reseña de esas personas y es allí donde se van a hacer las medidas de seguridad para hacer compatible la acogida con voluntad de integración con la seguridad tanto para esas personas, los refugiados, como para los españoles”, ha señalado.

Con todo, considera que esta respuesta es “atender a las consecuencias, un éxodo humano y un drama humanitario que hay que afrontar”, pero también se debe actuar sobre las causas, como la guerra de Siria, siempre y cuando se haga con el marco de la comunidad internacional, lo que está provocando que “esa solución integral se dilate”.

“Es evidente que hay que actuar ahí y la posición de España es muy clara. No habrá solución si no se atiende a las causas y la raíz del problema pero eso debe hacerse de común acuerdo de la comunidad internacional y con el paraguas de la legitimación que da actuar en el marco del derecho internacional que te tiene que dar Naciones Unidas y la Unión Europea. Es evidente que antes o después la comunidad internacional tendrá que ponerse de acuerdo y tendrá que haber un mandato”, ha apostillado.

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