EL ‘MISTER’ DE UN HISTÓRICO CLUB DE LA LIGA SIRIA

Por su experiencia al frente del Al-Fotuwa, una academia de Getafe quiere que enseñe a un millar de futuros técnicos sobre el fútbol árabe

El Mundo, JAVIER SÁNCHEZ, 17-09-2015

La cotidianidad rota por la guerra resurge desde hace cuatro años cada domingo en Siria: aún hay fútbol. Aislado en Damasco, con equipos desplazados desde Alepo o Homs, el 7 de agosto el Al-Jaish se adjudicó la Premier League y una semana después, el Al-Wahda se hizo con la Copa. Desprovistos de los salarios públicos de antaño, los clubes mantienen sus plantillas con adolescentes, después de ver cómo muchos sus técnicos y jugadores desaparecían. Los mejores recibieron ofertas del extranjero, como Firas Al-Khatib y Omar Al-Soma, que probaron en Inglaterra y acabaron en Kuwait y Arabia Saudí. Muchos fallecieron bajo las bombas, como Yussef Suleiman, que halló la muerte mientras se ejercitaba en la ciudad deportiva de Tishrin. Otros entraron en contienda en las filas rebeldes, como Abdel Basset Al-Sarout, que se convirtió en un símbolo. Y unos últimos huyeron del país por Turquía con la intención de alcanzar la Unión Europea.

En ese grupo estaba Osama Abdul Mohsen, que ayer llegó a España desde Alemania tras hacerse tristemente célebre por haber recibido una zancadilla de la periodista Petra Lázsló en la frontera de Hungría. Futbolista frustrado de joven, según reconocía a EL MUNDO, su currículo como entrenador es notable. Estudió en el Instituto de Deportes de la Universidad de Alepo y dirigió al Al-Fotuwa, uno de los conjuntos históricos de la Premier. Fundado en 1950, representante de Deir ez-Zor, ciudad al noreste del país hoy devastada, el club vivió su mejor época a finales de los años ochenta y principios de los años noventa, cuando logró sus dos únicos títulos ligueros y sus cuatro únicas copas. Llegó entonces a contar con jugadores extranjeros en sus filas, aunque en 2009 descendió a Segunda y en los últimos años se conforma con ocupar con regularidad las posiciones intermedias de la competición.

Su experiencia, junto a su situación personal, le ha valido a Mohsen para obtener empleo en la academia privada Centro Nacional de Formación de Entrenadores (CENAFE) con sede principal en Getafe: será maestro. «Muchos de nuestros alumnos consiguen ofertas de Qatar, Dubái o Egipto cuando acaban sus estudios. Queremos que les enseñe todo sobre el fútbol de allí», explicaba a este diario Conrado Galán, director general del centro, que, aunque admitía desconocer su currículo completo, ya mostraba planes para él: «Los primeros meses recibirá clases de castellano junto a su hijo y, en cuanto pueda hacerse entender, entrará en las aulas. Se han publicado muchas cosas, pero ni será técnico del Getafe CF ni hará ningún otro tipo de trabajo. Nosotros le ayudaremos y él nos ayudará a nosotros».

«No hemos recibido ninguna asistencia del Ayuntamiento o de cualquier empresa. Hemos pagado nosotros todo, su viaje y el de su hijo, el de nuestro alumno Mohamed Labrouzi, el alquiler del piso donde vivirán… de momento, unos 6.000 euros que teníamos reservados para publicidad», reivindicaba Galán que alababa el trabajo estos días de su hermano Miguel Ángel, presidente de la escuela, impulsor de la obra y precandidato a las elecciones de la Federación Española (RFEF). Con la fuerza de sus 1.000 alumnos divididos en tres grados, el mayor centro de este tipo en España, en los últimos tiempos Galán se ha erigido representante sindical de los técnicos en el organismo que rige el fútbol y se ha propuesto lo imposible: bajo la plataforma Un Tiempo Nuevo quiere vencer a Ángel María Villar, en el cargo desde 1988, en las elecciones que deberían tener lugar en febrero del año próximo. En su programa, acciones solidarias aparte, propone limitar mandatos a ocho años, publicar el patrimonio de los dirigentes, incluir en las quinielas el fútbol femenino o buscar patrocinadores para Segunda B y Tercera.

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