La llegada de sirios desde Melilla cuadruplica el cupo que espera la Junta
La Razón, , 17-09-2015Las imágenes de miles de sirios apostados en las fronteras de Alemania, Austria y Hungría que huyen del régimen del terror del Estado Islámico están dando la vuelta al mundo. El Norte y el Este de Europa se han convertido en rompeolas de la diáspora siria, pero en las fronteras de España con Marruecos se agolpan igualmente centenares de refugiados que buscan una pasarela para llegar a la península. El consejero de Justicia e Interior, Emilio de Llera, aseguró el lunes que a la comunidad le podrían corresponder entre 2.000 y 3.000 personas del cupo de asilo. Sin embargo, sólo por Melilla han entrado a la región más de 9.000 sirios desde el verano de 2013. Entonces la recepción era con cuenta gotas. Ahora llegan una media de 25 – 30 al día, según datos de la Delegación del Gobierno de la Ciudad Autónoma.
La escalada ha sido muy significativa. De los 250 de 2013, se pasó a 3.094 en 2014 y en lo que va de año, hasta el 31 de agosto, la cifra asciende a 5.700. A los refugiados sirios hay que sumar palestinos desplazados de campos de refugiados que suponen una cifra muy inferior. En torno a 300.
La situación se complica en la frontera de Melilla, pero se teme que la marea se convierta en avalancha. El Gobierno marroquí ha cerrado el paso fronterizo de Beni – Enzar, el más importante de los cuatro que existen en la ciudad autónoma en la última semana. El Centro Temporal de Inmigrantes (CETI) de Melilla está saturado. Los refugiados representan actualmente el 90 por ciento del total, aunque este número es muy fluctuante porque depende de las llegadas de inmigrantes y de los traslados semanales a la península. El CETI tiene una capacidad para 660 personas. El número de refugiados de origen sirio es de 1.100, de los que algo más de 400 son menores. Hay otros 150 palestinos que igualmente se acogen al derecho de protección internacional.
Sirios y palestinos consiguen en el CETI el inicio del trámite de la protección de asilo. No están internados porque gozan de plena libertad. De hecho, para franquear el paso de Beni – Enzar basta con mostrar la documentación acreditativa de la nacionalidad y automáticamente tienen el salvoconducto de la protección internacional por su condición de refugiados. En el CETI obtienen alimentación, ropa, asistencia sanitaria e incluso los menores pueden ser transitoriamente escolarizados. La media que pasan en Melilla hasta que completan el expediente para pasar a la península es de uno y tres meses.
Acabados los trámites legales, les espera un barco de Transmediterránea que hace un trayecto semanal hasta el puerto de Málaga. Lo normal es que salgan entre 150 y 200. A partir de ese momento comienzan a operar las tres ONG que forman parte del plan de Acogida Integral de Inmigrantes. La que atiende a un mayor número de refugiados es Cruz Roja. Según los datos aportados por esta organización a LA RAZÓN, en 2014 atendieron a 978 personas. En los nueve primeros meses de este año la cifra supera ya los 2.000.
El destino de los refugiados es Andalucía. Cruz Roja traslada a los inmigrantes desde el puerto de Málaga a varios centros de atención. Todos, salvo uno, están en la región: Villanueva del Arzobispo y Alcaudete, en Jaén; Utrera (Sevilla); Sevilla capital; Puente Genil (Córdoba); Granada; Algeciras (Cádiz); y Valencia.
Cruz Roja, como el resto de ONG adscritas al convenio de colaboración con la Secretaría General de Inmigración y Emigración, se encarga de seguir con los trámites de la petición de asilo y prestan asistencia sanitaria, psicológica o educativa. En estos centros de acogida pasan entre 3 y 9 meses. Y entre otros 9 meses y dos años como máximo, Cruz Roja sigue prestando ayuda fuera de estos centros. Además de asistencia sanitaria, tratan de formarlos y de impartirles clases de español. Es la rampa hasta que el Gobierno otorga definitivamente la ciudadanía española.
La tendencia se ha invertido radicalmente desde que el Estado Islámico enraizó su califato en Siria. El 80 – 90 por ciento de los inmigrantes provenientes del CETI de Melilla que atendían las ONG en Málaga eran africanos. Subsaharianos, cameruneses, de Burkina Faso o Mali, fundamentalmente. Ahora, el 80 – 90 por ciento de los atendidos son sirios y en menor medida palestinos. El porcentaje ha ido escalando semana tras semana hasta alcanzar esta cifra.
La tierra de destino es Andalucía, pero la tierra que buscan la mayoría de los sirios es el norte de Europa, fundamentalmente Alemania. Por eso, algunos evitan pedir asilo y tratan de dar un salto ilegal a la península para continuar la ruta. Son los que esperan en Melilla sin registrarse en el CETI. Una minoría casi insignificante. Hasta hace no demasiado tiempo era habitual que falsificaran pasaportes marroquíes para cruzar la frontera. Ahora saben que basta con mostrar la documentación en Beni – Enzar, donde les espera la oficina de asilo que inauguró el Ministerio de Interior el 17 de marzo pasado.
Las solicitudes de protección internacional comienzan a gestionarse en Melilla. A fecha 1 de agosto, ya se habían presentado en la ciudad autónoma más de 3.500, según datos de la Delegación del Gobierno. En 2014, fueron 543. La mayoría de ellas, en la oficina de asilo que está junto a la frontera de Beni – Enzar, que es la principal de las cuatro que existen con Marruecos.
Está prevista una quinta, pero no se ha concretado aún. Los cuatro puestos fronterizos son un hormiguero. 10.000 personas, muchas de ellas porteadores, entran y salen a diario.
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