La tensión estalló ayer en forma de violencia en el paso de Röszke-Horgos, entre Hungría y Serbia, un día después del bloqueo de la frontera a los refugiados. Un pequeño grupo de desplazados de los 2.000 atrapados en la frontera derrumbaron las vallas al grito de «¡Abran, libertad!». La policía magiar se empleó a fondo para repeler la protesta. Gas pimienta, cañones de agua y vehículos militares intentaron dispersar a los atacantes, que respondieron con botellas y piedras. El resultado de la refriega dejó a 14 agentes, 150 refugiados heridos, entre ellos varios niños, y el paso cerrado por un mes.

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Gases lacrimógenos contra los refugiados en Hungría
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«Son inmigrantes agresivos y armados que han sitiado la frontera húngara», se defendió el portavoz del Gobierno magiar, Zoltán Kovács, tras recibir duras críticas de Serbia. «No tienen derecho a hacer esto», se quejó el responsable serbio de Inmigración, Aleksander Vulin. Lejos de arrugarse, Budapest exigió a Belgrado que controle la zona fronteriza. «Haremos todo lo posible pero nos gustaría que los colegas húngaros actuaran con menos agresividad», apuntó la contraparte.

Bruselas también intervino en la disputa para advertir al Gobierno de Viktor Orbán que el uso de la violencia es «incompatible» con la UE. Hungría no da marcha atrás. Ha iniciado procesos legales contra 91 personas que cruzaron la valla de forma irregular desde la medianoche del martes, cuando entró en vigor la nueva ley antiinmigración. El primer condenado ha sido un ciudadano iraquí al que se le ha prohibido la entrada durante un año. Las penas pueden alcanzar los cinco años de prisión.

Nuevos muros
Orbán ignora las críticas. Ordenó levantar una valla en la frontera serbia, hará lo suyo con la rumana y anunció ayer que levantará otra en «algunos puntos» de la croata, para taponar todas las entradas posibles al país. «Los muros que se elevan no solo no detendrán a nadie, sino que mandan un mensaje horroroso y peligroso», le advirtió ayer el primer ministro croata, Zoran Milanovic, quien anunció que su país está dispuesto a abrir las puertas a los refugiados que han cambiado de ruta ante el cierre fronterizo. «Aceptaremos a esta gente y les llevaremos hasta el lugar donde quieran ir, Alemania o Escandinavia», aseguró. Zagreb también ha desplegado a un equipo de técnicos para desactivar minas instaladas durante la guerra de los Balcanes, y que todavía podrían estar activas en zonas de paso de refugiados. El Gobierno esloveno lanzó el mismo mensaje de apertura, pero el anuncio levanta sospechas en Bruselas. La Comisión Europea advierte de que cualquier corredor humanitario para trasladar refugiados hacia otro país de la UE es una maniobra «ilegal». Cualquier refugiado que llegue a su territorio deberá ser identificado y ser devuelto si no cumple con los requisitos para ser solicitante de asilo.

Mientras, Francia no descarta seguir el modelo alemán de puertas cerradas. «No dudaremos en restablecer los controles fronterizos, como las reglas de Schengen permiten cuando las circunstancias lo imponen, si es necesario en los próximos días o semanas», dijo ayer Manuel Valls.

Europol sigue a 30.000 implicados en las mafias
Hasta 30.000 personas podrían estar implicadas en las mafias de tráfico de personas que cobran a inmigrantes y refugiados miles de euros para realizar la peligrosa travesía hacia Europa, según explicó a Reuters el director de Europol, Rob Wainwright.

Según el máximo responsable de la agencia de policía europea, el hallazgo de 71 cadáveres en un camión frigorífico en Austria el mes pasado llevó a Europol a una gran operación contra el tráfico de personas y a la identificación de ese número de sospechosos, muy superior a lo que pensaba la agencia. «Miles de criminales están acudiendo en manada a este foco, este movimiento masivo de inmigrantes y refugiados», dijo.

Europol, que cuenta con unos 950 empleados trabajando en La Haya, coordina 1.400 investigaciones diferentes de tráfico de personas en todo el continente, según Wainwright. El éxodo ofrece a los traficantes lucrativas oportunidades de negocio.

Holanda prepara cárceles vacías, polideportivos y cuarteles para alojar a asilados
Holanda adapta cárceles vacías, centros de congresos y otros edificios públicos para alojar a los miles de refugiados que en las ultimas semanas han llegado al país en busca de asilo. Las prisiones de las ciudades holandesas de Arnhem y Haarlem, conocidas por sus techos de bóveda, albergarán a cientos de solicitantes de asilo, al igual que el centro de exposiciones Jaarbeurs, localizado en Utrecht, según recoge Efe de la prensa local.

La ciudad de Ámsterdam ha acordado acoger a 1.500 refugiados, y aunque aun no ha hecho publico el lugar donde los alojará se sopesan oficinas vacías y polideportivos, según el portal de noticias Dutch News.

En la ciudad de Weert, situada al sur de Ámsterdam, el ayuntamiento decidió casi de manera unánime acoger hasta a 1.000 solicitantes de asilo en un antiguo cuartel del Ejército por un período de hasta cinco años. Según el ayuntamiento, esta base militar cuenta con todas las facilidades necesarias lo que la hace adecuada para alojar a refugiados de manera inmediata.

Holanda anunció el lunes que aumentaría las patrullas fronterizas en un esfuerzo por controlar el flujo de refugiados. La semana pasada, alrededor de 3.000 demandantes de asilo llegaron a los Países Bajos.