El endurecimiento de las leyes en Hungría y el arresto de quienes entran en el país «de forma ilegal» ha provocado que la ruta de migrantes y refugiados haya variado, trasladándose hacia Croacia. Fruto de ello el flujo ha bajado de forma considerable en Hungría.

La ruta de migrantes y refugiados ha variado tras el cierre de la frontera húngara y ahora se traslada a Croacia para seguir con su largo camino hacia el norte de Europa. Hungría cerró ayer su frontera con Serbia y ha comenzado a arrestar a quienes entrar en el país «de forma ilegal».

Fruto de ello, autobuses con migrantes y refugiados han partido hacia la ciudad fronteriza croata de Sid desde la localidad de Presevo, en el sur de Serbia, por donde miles de personas entran cada día procedentes de Macedonia.

El primer ministro croata, Zoran Milanovic, por su parte, ha afirmado que permitirán el paso de refugiados: «Podrán cruzar Croacia y nosotros les ayudaremos, nos estamos preparando para esa posibilidad», ha apuntado. Asimismo, ha señalado que unas 150 personas han llegado hoy desde Serbia. «Croacia está plenamente dispuesta a recibir o dirigir a estas personas donde quieran ir, lo que obviamente es Alemania o los países escandinavos», ha añadido.

Baja la entrada en Hungría y Austria coloca controles fronterizos

El número de migrantes que entraron en Hungría ayer se redujo hasta las 366 personas, después de que la víspera se contabilizaran 9.380 migrantes y refugiados accediendo a territorio húngaro, según datos de la Policía húngara.

Austria, por su parte, ha colocado controles fronterizos en el límite con Hungría. Un portavoz de la Policía austriaca ha afirmado que no descartan ampliarlos también a la frontera con Eslovenia.