El Gobierno autonómico está elaborando una guía para que las diputaciones, los ayuntamientos y las organizaciones sociales puedan «encauzar» la colaboración «solidaria» que ofrecen muchos ciudadanos a los refugiados que puedan llegar a Araba, Bizkaia y Gipuzkoa.

El consejero de Empleo y Políticas Sociales, Angel Toña, ha dado a conocer esta decisión en su comparecencia de este miércoles en el Parlamento, al que ha acudido para informar sobre las medidas que está adoptando el Ejecutivo para hacer frente a la crisis humanitaria de las personas que huyen de zonas en conflicto como Siria, Irak y otros países.Toña ha destacado que los refugiados que llegan a Europa se encuentran en situación de «extrema necesidad», por lo que las administraciones públicas deben atenderles no sólo por motivos de «humanidad», sino también por «responsabilidad» y «legalidad». El consejero ha recordado que como consecuencia de la Guerra de 1936 «muchos ciudadanos vascos fueron acogidos como refugiados de guerra en otros países».En este sentido, ha recordado que la Convención de Ginebra de 1951, la Declaración Universal de Derechos Humanos y la Carta de Derechos Fundamentales de la Unión Europea (UE) reconocen el derecho de asilo.El consejero ha destacado que la asistencia a estas personas es un reto que debe afrontarse desde la «solidaridad», pero también con «seriedad, rigor y organización». Toña ha destacado que es necesario «buscar alternativas ágiles, eficientes y sostenibles», dado que la asistencia a este colectivo deberá mantenerse «a medio y largo plazo».Pese a que el Gobierno autonómico estima que la CAV acogerá una cifra aproximada de mil refugiados, ha recordado que aún se desconocen los «datos exactos» sobre la distribución que se realizará de estas personas entre los distintos estados de la UE y dentro del propio Estado español. «Esta no era una cifra cerrada, sino un primer cálculo aproximado para concretar el mapa de recursos de infraestructuras de acogida y la relación de servicios a prestar garantizando la calidad de la atención», ha precisado. Se prevé que las primeras personas, unas doscientas, empiecen a llegar a finales de octubre. El responsable autonómico de Políticas Sociales ha manifestado que a partir de ahora el Ejecutivo se centrará en elaborar un protocolo de acogida en el que se establezcan los procedimientos y se definan las competencias de cada agente responsable. Toña ha asegurado que una vez se determine el procedimiento, éste «será único» para todas las personas refugiadas que lleguen.Otra de las tareas a acometer es el diseño de un mapa de servicios y recursos en el que se definan las infraestructuras idóneas de acogida y se identifiquen las redes sociales de apoyo. Los recursos de acogida para asilados deberán encontrarse en municipios que dispongan de centro de salud y escuela.En opinión de Toña, este reto «es una oportunidad para que la sociedad vasca vea crecer los valores como la humanidad, la solidaridad y la democracia», así como para «poner en valor aquellas acciones en pro de la defensa de los derechos humanos y de la dignidad humana. Estamos hablando de personas que están protegidas por la legalidad internacional y que no han tenido más remedio que huir de sus países de origen debido a la guerra y a la violación de los derechos más elementales de la condición humana».