El ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, se mostró ayer convencido de que «los refugiados que huyen de la guerra y la barbarie terrorista» encontrarán en la Unión Europea (UE) «el espacio de solidaridad y acogida que merecen». El ministro, presente ayer en San Sebastián, se refirió así a la reunión mantenida con sus homólogos de la UE, en la que no lograron ningún acuerdo sobre el reparto de los refugiados sirios

«Este encuentro constituyó un paso más en el proceso de construcción de una UE, que se caracteriza por ser un espacio de libertad, justicia, seguridad y solidaridad». Un «paso más» que, aunque no fue «todo lo largo y grande» que el ministro hubiera deseado, va en «la buena dirección» puesto que, aunque «no se consiguió la unanimidad requerida», puso de manifiesto la existencia de «una mayoría cualificada abrumadora».

Tras recalcar que «no hay una UE del norte, del sur, del centro o del oeste», sino un única Unión Europea, Fernández Díaz expresó su convicción de que en la próxima reunión prevista para el 8 de octubre, «se culminará lo que ayer no se pudo culminar».

Preguntado sobre el cierre por parte de Marruecos del paso fronterizo de Beni – Enzar, Fernández Díaz dijo que «lo que pone de manifiesto la oleada de sirios que están pidiendo asilo en la frontera de Melilla es que en España se respetan los derechos humanos y que hay un derecho fundamental de los refugiados a tener protección internacional y asilo. Los derechos no se discuten, se reconocen, se protegen y se amparan».

«Falta de liderazgo»

Lejos de la visión del ministro, las organizaciones humanitarias y de derechos humanos condenaron ayer de forma unánime la falta de acuerdo entre los estados miembros de la UE para el reparto de 120.000 refugiados llegados a Italia, Grecia y Hungría. «Aplazar la decisión para más tarde no hará sino empeorar aún más la situación». Amnistía Internacional lamentó la falta de «liderazgo colectivo» de la UE. «Las medidas que estaban sobre la mesa eran incompletas y muy alejadas de una respuesta integral de la UE a la crisis global de refugiados», señalaron.

Todas las ONG coinciden en el fracaso institucional y en la gravedad de la situación. Creen que los problemas en los países de primera llegada puedan evitarse con el acceso a rutas seguras y legales más amplias de entrada en la UE y con el reconocimiento mutuo del estatus de refugiado.