“No son números, son personas y cada una tiene su historia”, insistía ayer en Bruselas la coordinadora de emergencias en el Mediterráneo de la organización Médicos sin Fronteras, Lindis Hurum, poniendo nombre y apellidos a algunas de las miles de personas que han logrado llegar a Europa huyendo de guerras, inestabilidad y miseria. Para darse cuenta de la magnitud del fenómeno, sin embargo, hay que echar mano de las cifras y las últimas publicadas ayer por la agencia europea para el control de las fronteras exteriores (Frontex) revelan que el fenómeno sigue creciendo de forma exponencial. En lo que llevamos de año son ya 500.000 los inmigrantes y refugiados detectados cuando trataban de llegar a territorio europeo, una cifra que multiplica casi por dos las 280.000 de 2014.

El nuevo balance revela que del medio millón, 156.000 tuvieron lugar solo en el mes de agosto y 88.000 se produjeron a través de las islas griegas, que se han convertido en la principal puerta de entrada a Europa gracias a la cercanía de algunas de ellas a Turquía, como Lesbos y Kos. Las personas identificadas en agosto en este país multiplican por once la cifra registrada en 2014. Una presión que ha llevado a Frontex a ofrecer a las autoridades helenas equipo adicional para ayudar en la identificación y el registro. Aún así, la situación sobre el terreno es, según denuncia MSF, desesperante. No existe ningún centro de recepción, los refugiados son obligados a dormir al raso, sin acceso a baños y la única alternativa que existe hoy por hoy es dejarlos marchar.

Muchos ya lo han hecho y han terminado cruzando la frontera con Hungría que ha visto multiplicadas por veinte las llegadas y que alcanzaron un pico de 52.000 en agosto, lo que eleva el número de personas que han cruzado la fronteras hasta las 155.000 aunque muchas ya han dejado Hungría. La presión a través de la ruta del Mediterráneo central, en cambio, se ha suavizado. En agosto llegaron a Italia 13.000 personas, la mitad que hace un año y también han caído los rescates en alta mar que Frontex cifra en 106.000 personas, un 6% menos que en el mismo periodo de 2014.

La Organización Internacional para las Migraciones corrobora también que el flujo sigue en aumento. Según sus cifras, en lo que llevamos de año habrían alcanzado Europa 464.876 personas, el grueso a través de Grecia (340.991) e Italia (121.619), aunque también por España (2.166) y Malta (100) con 2.748 personas muertas en el intento. “A medida que aumentan los peligros, tememos que las indecisiones de Europa lleven a más muertes en el mar Egeo”, advirtió ayer un portavoz de la organización criticando los efectos negativos que tendrán los controles fronterizos.