«¡Abrid la frontera!», claman los atrapados ante la valla de Hungría

Serbia comienza a desviar a los desplazados hacia la frontera de Croacia

La Voz de Galicia, R. P.Redacción / La Voz, 16-09-2015

«¡Abrid la frontera! ¡Abrid la frontera!». La desesperación y el caos reinaban ayer entre los refugiados bloqueados en el lado serbio ante la valla que les impide el paso a Hungría, su siguiente escala hacía su destino final en Alemania o Suecia. Al otro lado, unos quince policías cruzados de brazos presenciaban la escena.

Un grupo mostraba carteles en inglés en los que se leía: «Ni agua ni comida hasta que abran la frontera». La situación era dramática. Más de mil refugiados agotados tras su viaje desde Turquía permanecen atrapados en tierra de nadie entre la ciudad húngara de Röszke y la serbia de Horgos, después de que el Gobierno de Víktor Orbán sellara la última brecha en la barrera de alambre de púas que la separa de Serbia, a través de la cual poco antes pudieron pasar un grupo de privilegiados.

Primeros arrestos

Hungría declaró el estado de emergencia en los dos distritos fronterizos con Serbia y la Policía procedió a las primeras 45 detenciones de refugiados tras la entrada en vigor de la ley migratoria que impone penas de tres años de cárcel a quien cruce la frontera ilegalmente y de cinco si daña la valla de 175 kilómetros. Ni las críticas ni la compasión hacen mella en el Gobierno de Budapest, y poco después su ministro de Exteriores, Peter Szijjarto, anunciaba que el próximo objetivo será construir otra valla en la frontera con Rumanía, para evitar que los traficantes de personas intenten introducir a los migrantes por ahí.

Pero la ruta alternativa más probable por la que optarán los refugiados es la que pasa por Croacia y Eslovenia, en su camino hacia el norte europeo. Ante los hechos consumados de Budapest, Serbia comenzó anoche a desviar a Croacia los autobuses de refugiados para que continúen su viaje. Horas antes, en el puesto fronterizo de Horgos. Su ministro de Trabajo, Aleksandar Vulin, exhortaba a Hungría a abrir su frontera a los refugiados, «al menos para las mujeres y los niños».

Hungría ha introducido un procedimiento acelerado para dirimir los casos de asilo en pocos días y que permite el acceso al país solo a aquellos que lo reciban, y la devolución a Serbia de quienes no logren ese estatus jurídico. El ex primer ministro húngaro, el socialdemócrata Ferenc Gyurcsány, ahora en la oposición, resumió la situación a Efe tras visitar Horgos: «No podrían salir de las zonas de tránsito, no tendrían permiso para entrar en Hungría y los serbios no les permitirían volver. Estarían atrapados entre dos fuerzas».

Más al este, en la frontera terrestre entre Grecia y Turquía, unos 800 refugiados sirios a pie y unos 3.000 en autobuses y vehículos privados trataban ayer de pasar por la ciudad de Edirne, lo que abre un nuevo frente en la crisis de refugiados, informa Reuters. Mientras, en Estambul miles de sirios congregados en la estación de autobuses reivindican su derecho a viajar a Europa.
Cuatro niños y 20 adultos perecen en otro naufragio en el mar Egeo

Al menos 24 refugiados, entre ellos cuatro niños y once mujeres, murieron ayer en el mar Egeo al hundirse cerca de la costa de Turquía la embarcación en la que intentaban alcanzar una isla griega. En el barco de madera, de 20 metros de eslora y utilizado para viajes turísticos, estaba sobrecargado con unas 240 personas.

El naufragio se produjo en torno a las 6.00 hora local (5.00 en España) cerca de la costa de la ciudad turca de Datça, de donde habían partido con destino a la isla griega de Kos, según el diario el diario Hürriyet. Los guardas costas que acudieron a la llamada de socorro pudieron rescatar a 211 personas y recuperar los cuerpos sin vida de cuatro menores y veinte adultos.

Otros dos refugiados, ambos de nacionalidad siria, murieron en otro naufragio ocurrido también ayer cerca de la localidad costera de Seferihisar, en la provincia turca de Izmir. Once personas fueron rescatadas.
Varios cientos de refugiados sirios, bloqueados en la frontera marroquí con Melilla

Varias oenegés denuncian el bloqueo por la policía marroquí de cientos de refugiados sirios que se agolpan en la frontera con el objetivo de pedir asilo en Melilla. Save The Children reclamó ayer al Gobierno que facilite el acceso a España de estas familias de refugiados, «la mayoría niños», a través de la expedición de visados humanitarios en el consulado español de la ciudad marroquí de Nador. Andrés Conde, director general de la oenegé, califica de «inadmisible» esta situación y exige al Ejecutivo de Rajoy que incluya a estas personas en el cupo de refugiados que le ha asignado la UE. También denuncia que las mafias se aprovechan de la desesperación de los sirios al ofrecerles pasaportes marroquíes por 1.000 euros.

Los refugiados residen en hoteles o en parques de Nador o en zonas aledañas al puesto fronterizo de Beni Enzar. El lunes, Marruecos cerró por segunda vez en cinco días ese paso fronterizo entre la ciudad autónoma española y Marruecos. Según la oenegé melillense Prodein, el cierre se produce «para evitar que los refugiados lleguen a la oficina de asilo de Melilla».

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