Las ONGD prevén una demora en la llegada de refugiados a Navarra
Kike Abad advierte de que el trámite de la documentación de los asilados alargará el proceso
Diario de Noticias, , 15-09-2015Pamplona – Todavía queda mucho trabajo por hacer y va a ser necesario armarse de paciencia. Es el resumen que se puede extraer de la asamblea organizada ayer por dieciocho entidades sociales en la plaza Consistorial de Pamplona y que analizó la postura que tomará parte de la sociedad civil navarra con respecto a la crisis de refugiados.
Bajo el nombre de Migrantes, refugiadas, personas, los representantes de las asociaciones convocantes analizaron el estado de la cuestión ante alrededor de un centenar de personas que se acercaron hasta la plaza del Ayuntamiento. Dos semanas después de que las calles del centro de la ciudad fuesen el escenario de una multitudinaria manifestación a favor de Pamplona como ciudad – refugio, ayer fueron muchos de los convocantes de esa manifestación los que pidieron paciencia a todas las personas que, desde entonces, se ofrecieron para colaborar.
A pesar de que por el camino se han producido encuentros tanto con el Gobierno de Navarra como con el Ayuntamiento de Pamplona, la falta de información impide que se pueda disponer el panorama necesario para acoger con garantías al cupo de refugiados que sea asignado por el Gobierno central para Navarra, y por el momento no se espera que en un plazo corto de tiempo lleguen refugiados a la Comunidad Foral.
reunión técnica “La reunión que mantuvimos con el Gobierno de Navarra fue de carácter técnico, en la línea de establecer diálogo con entidades que tienen experiencia en este tipo de situaciones, que en el caso de Navarra son Cáritas y Cruz Roja”, indicó Kike Abad, que acudió a la reunión con el Ejecutivo foral como representante de Coordinadora de Ong de Navarra e Intermón Oxfam. “Sin saber cuántos, cómo, cuándo, en qué condiciones, con qué estatus y qué perfil de personas va a venir es muy difícil organizar nada”, apuntó. Por eso, el principal objetivo de la convocatoria de ayer fue informar sobre la situación en la que se encuentra el proceso. “Por eso decimos que esto va para largo, no va a ser inmediato, y cuando se tenga más información se podrá gestionar”, señaló Abad, quien recordó que solo dar el estatus de refugiado a una persona suele llevar de seis meses a un año: “A no ser que cambien mucho las cosas y la Unión Europea cambie los protocolos, esto va para largo. La política de asilo europea está en pañales y el protocolo de Dublín no resuelve estas cantidades. Quizá si el panorama cambie puedan venir en dos meses, como pronto”.
Pero el hecho de que la llegada de refugiados no se vaya a producir de manera inmediata también supone un balón de oxígeno tanto para las entidades sociales como para las instituciones, que ganan tiempo de cara a organizar el dispositivo de acogida. Por el momento, el Gobierno de Navarra será el encargado de coordinar la llegada, y las primeras acciones planean crear una base de datos tanto para canalizar toda la información que se vaya produciendo como para ir confeccionando un parque de viviendas vacías y una lista de traductores. “Por eso hemos convocado la reunión. Para transmitir que la gestión de una situación como esta es muy complicada y requiere ir paso a paso. Está muy bien la solidaridad y que tanto Gobierno como Ayuntamiento hayan respondido, que eso ya es mucho, pero hay que saber canalizar esa solidaridad para gestionar todo bien”, señaló.
Una de las principales preocupaciones es fijar dónde se alojarán los refugiados, que será un grupo que rondará las 200 personas según confirmó Miguel Laparra. “Los refugiados no van a vivir en una habitación en la casa de una persona. Todo es mucho más complicado. Se van a quedar tiempo, y tienen que ser viviendas dignas, donde puedan desarrollar una vida familiar, donde tengan intimidad”, aseguró Kike Abad. Además, el Gobierno de Navarra ha trasladado a los colectivos la intención de que no sean los albergues los que alojen a los asilados, si bien podría ser una alternativa de urgencia hasta que se encuentren otros lugares.
“Cruz Roja tiene dos pisos, que no es nada. Pero se está trabajando en el sentido de ver dónde podrían alojarse, teniendo en cuenta que el Gobierno de Navarra cuenta con Nasuvinsa y que todavía está por configurar el parque de viviendas particulares”.
Para el representante de Intermón Oxfam, la crisis de refugiados añade otro desafío: el de no descompensar el resto de causas. “Esto también nos fuerza a no caer en la discriminación. ¿Qué pasa con los que saltan la valla de Melilla? O ahora que se habla de un parque de viviendas, cuando la PAH lleva reclamando eso mismo desde hace años. Todo esto hay que canalizarlo bien, hay que asumir que la cosa es complicada y hay que aprovechar este movimiento para trabajar sobre las causas originales de los problemas”, reflexionó Kike Abad.
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