Un clima social tenso y con flecos racistas hacen que las demandas de asilo en 2014 bajaran un 5% pero subieron un 60% y un 50% en Alemania y Suecia, respectivamente

La Francia socialista de François Hollande es muy poco atractiva para los refugiados e inmigrantes que buscan en Europa pan y libertad, y solo temen encontrar austeridad y racismo.

El 2014, las demandas de asilo crecieron un 60% en Alemania y un 50% en Suecia. En Francia, por el contrario, bajaron un 5%.

Durante los primeros seis meses de 2015, las demandas de asilo y el destino privilegiado de refugiados e inmigrantes, legales e ilegales, coinciden con los países donde la OCDE pronostica mayores niveles de crecimiento los próximos años: Alemania (4,7% crecimiento), Dinamarca (4,3%), Suiza (3,1% crecimiento) y Reino Unido (3%) en Francia, las estimaciones muy optimistas del Gobierno apenas pronostican entre 1% y 1,20% para este año.

Más allá de las diatribas y polémicas sobre los niveles de crecimiento, dentro y fuera de las fronteras europeas, los inmigrantes y refugiados que huyen de la pobreza y las guerras civiles parecen temer pocas perspectivas de futuro, en Francia, en un clima social tenso con muchos flecos racistas.

El Frente Nacional (FN, extrema derecha) de Marine Le Pen afirma a gritos que Francia es «atractiva» por la «generosidad» de su sistema de protección social.

Las estadísticas y las tragedias en curso parecen probar lo contrario. En la frontera de Calais (norte de Francia), varios millares de refugiados e inmigrantes viven en condiciones muy duras y penosas, esperando el momento de poder entrar legal o ilegalmente en el Reino Unido.

Extrema derecha, derecha, centro, socialistas e izquierdas diversas repiten al unísono que el sistema de protección social francés tiene un efecto «llamada» para refugiados e inmigrantes. Los refugiados de Calais opinan lo contrario: prefieren huir hasta el Reino Unido, que la clase política francesa define muy mayoritariamente como «ultra liberal».

El FN lleva años diciendo que Francia está siendo «invadida» por las «hordas» e inmigrantes ilegales. En verdad, hace años que la inmigración legal e ilegal crece en Francia mucho menos que en los países de la OCDE. Entre 2002 y 2014, Francia ha recibido la mitad o menos de la mitad de la media recibida en los países de la OCDE, con un agravante: los inmigrantes que llegan a instalarse en Francia viven en unas condiciones económicas que rozan la pobreza extrema.

Según las estadísticas oficiales, las oportunidades y prosperidad de los inmigrantes y refugiados instalados en Francia son de cinco a seis veces inferiores a las oportunidades y prosperidad que pueden alcanzar en otros países, como Alemania, Suecia o el Reino Unido. Por el contrario, no es un secreto que el FN es uno de los partidos más ultranacionalistas y xenófobos de Europa.