Georgia estará preparada a final de año para la eliminación de visados con la Unión Europea y confía en obtener ese régimen pese a nuevos desafíos como la llegada masiva de refugiados al territorio comunitario, dijo el presidente del Parlamento georgiano, David Usupashvili.

En entrevista con Efe, también expresó su deseo de que Georgia reciba una señal positiva de la cumbre de la OTAN de Varsovia, el próximo año, de cara a una futura integración.

“La exención de visados es un proceso en dos direcciones. Es necesario que también la UE esté preparada para ello”, señaló Usupashvili.

Y agregó que “si este asunto se examinara desde una situación de normalidad internacional, la UE no tendría argumentos para negárnoslo. Pero la situación en Ucrania influye en el enfoque de la UE hacia toda la región en su conjunto”.

“También hay que tener en cuenta la ola de refugiados a los países europeos. Es decir, los europeos en estos momentos ven esta cuestión con el prisma de un enfoque general de llegada de extranjeros al continente”, manifestó.

En su opinión, “a pesar de todo, Georgia recibirá sin duda un régimen de exención de visados. Esta es la lógica elemental de nuestras relaciones con la Unión Europea”.

Mientras señala un mapamundi colgado en la pared de su despacho, en el Parlamento, en pleno centro de Tiflis, Usupashvili afirma que “Georgia no está sola, está inmersa en los procesos globales y regionales, procesos que ahora se están desarrollando de forma negativa”.

Por un lado, dice, “tenemos un jugador tan fuerte como Rusia, que continúa violando la legalidad internacional (en alusión a su reconocimiento de las regiones de Osetia del Sur y Abjasia, independizadas de facto de Georgia)”.

“Y por el otro, la amenaza de grupos terroristas como el Estado Islámico… Todo esto atrae la atención del mundo sobre nuestra región…”, asegura.

Acerca de la posibilidad de que Georgia reciba en la cumbre de la OTAN en Varsovia un “plan de acción” hacia la integración, el presidente del Parlamento cree que “esta es una cuestión más compleja”.

Su esposa, la ministra de Defensa, Tinatin Jidasheli, visita activamente los países de la Alianza Atlántica para recabar apoyos, pero Usupashvili es más cauto.

“Tanto los que piensan que se debe acelerar el proceso de integración de Georgia en la OTAN como los que se oponen y prefieren mantener el status quo tienen en estos momentos más argumentos”, afirma.

“Nosotros tratamos de convencer a todos, incluidas las autoridades rusas, de que hay que buscar una salida, porque esta indefinición no se puede mantener mucho tiempo”.

Según Usupashvili, “Rusia tiene distintas pretensiones hacia Ucrania Bielorrusia, Moldavia, Georgia, pero que finalmente, en lo sustancial, se resumen en que estos países no pueden decidir nada sin ella”.

“Y nosotros no aceptamos este estado de cosas, seguimos nuestro camino hacia una Europa democrática, y en este contexto vemos nuestro acercamiento a la OTAN”, con pasos como “la participación de tropas georgianas en misiones militares aliadas, o la participación de la OTAN en mejorar la capacidad defensiva de Georgia”.

Pero advierte de que los georgianos son plenamente conscientes de que esta integración no debe significar nuevas confrontaciones y por ello tienen muy claro que “los problemas con las regiones conflictivas de Georgia nunca vamos a resolverlos por la fuerza, ni la nuestra, ni ajena”.

“Como conclusión, diré que esperamos la cumbre de Varsovia con optimismo, y sobre cómo se formulará este proceso, es una cuestión de tiempo, pero estoy seguro de que se dará un paso serio hacia adelante”, subrayó.

Acerca de las reticencias de Rusia a estos procesos – que se suma a los conflictos por las regiones separatistas – Usupashvili destaca el enfoque pragmático que se da en la actualidad en las relaciones bilaterales.

“Es un caso único que los ciudadanos de un país (Rusia) que ocupó nuestros territorios, viajen por centenares de miles a Georgia como turistas. Y esto es lo que está ocurriendo, y esto es un ejemplo de pragmatismo”.