El refugiado al que una reportera húngara descargó un puntapié ante las cámaras había recibido anteriormente el puntapié del presidente sirio Bashar Asad y el de Estado Islámico (IS por sus siglas en inglés). Redes de internautas sirios lo han identificado. Se llama Osama Abdul Mohsen, y es de la ciudad siria oriental de Deir Ezzor. Su hijo de siete años, a quien llevaba en brazos cuando esta semana Petra Laszlo lo zancadilleó al huir de la policía, se llama Zaid.

La periodista libanesa Jenan Moussa localizó en Turquía al hijo mayor de Osama, al cual entrevistó para la cadena Al Akhbar. En ella revela que su padre, que era entrenador de fútbol antes de que hace cuatro años se desatara la guerra en Siria, huyó a Europa harto de vivir miserablemente durante año y medio en Turquía. “En Turquía sólo ganaba 10 dólares (unos nueve euros) al día”, explica su primogénito.

La historia pretérita de Osama Abdul Mohsen es similar a la de miles de sirios que estos días intentan acomodarse en Europa. Sufrió los disparos callejeros primero, y luego los intensos bombardeos de la artillería oficialista siria, durante los primeros compases del conflicto. Luego, la represión ejercida por las distintas fuerzas ocupantes, principalmente el grupo yihadista Estado Islámico.

Según circula por las redes sociales, en aseveraciones que este medio no ha podido verificar independientemente, Osama Abdul Mohsen fue detenido y torturado por las fuerzas pro Asad, que actualmente controlan el área capitalina de Deir Ezzor. El IS, presente en todo el perímetro y por extensión en toda la provincia, contribuyó a que Osama decidiese trasladarse a Turquía, donde no logró reconstruir su vida.

El último escenario conocido de la trágica peripecia del sirio es Rozske, Hungría, las carreras por evitar la captura policial en la frontera con Serbia, la zancadilla de Lazslo, quien luego pateó a una niña. “¿No tiene corazón?”, pregunta el hijo mayor a Jenan Moussa. Fisiológicamente, seguro que lo tiene. Pero lo que seguro que ya no tiene, según se ha publicado, es empleo.