Internacional

Los centroeuropeos mantienen su rechazo a las cuotas de refugiados de Bruselas

ABC, , 11-09-2015

Detrás de las razones económicas late el miedo a la inmigración musulmana

La puesta en escena de la Comisión Europea en el Parlamento Europeo para presentar su propuesta de reparto obligatorio de refugiados hacinados en Italia, Grecia y Hungría, no tiene asegurado el aprobado antes de la reunión clave del Consejo de Ministros de la UE. Varios países del centro y este de Europa siguen oponiéndose a la obligatoriedad de las cuotas, por diversos motivos. Estos son los bloques más reticentes a la política migratoria común que dibuja Bruselas:


Reino Unido e Irlanda


Los dos países insulares de la Unión Europea lograron en su día una cláusula de excepción de las políticas de inmigración e Interior. En consecuencia no se ven afectados por las decisiones de reparto de refugiados. Para guardar la imagen, el primer ministro británico, David Cameron, se ha comprometido a traer 20.000 refugiados sirios directamente desde los campos de refugiados de Oriente Próximoa lo largo de los próximos cinco años. El impacto emocional en la opinión pùblica del drama de los refugiados ha obligado a Londres a apostar por su propia política humanitaria. Pero su resistencia a una política común europea hace mella en otros socios continentales.


Dinamarca


El Gobierno de Copenhague está también al margen de la política común de Justicia e Interior, pero su «cláusula de excepción» no le deja al margen de la crisis. Miles de refugiados llegados a Alemania tratan de dirigirse a Suecia a través de Dinamarca.


Hungría


La crisis de los refugiados ha impactado de lleno en este país centroeurpeo, gobernado por un político conservador que no oculta su oposición a la llegada de inmigrantes no europeos. El plan de Bruselas que establece aliviarles de al menos 54.000 refugiados se ve distorsionado por medidas de represión, criticadas por muchas capitales europeas. Budapest sigue adelante con la construcción de un muro en la frontera con Serbia, por donde llegan las oleadas de inmigrantes, y mantiene también una situación tensa con Austria, a donde llegan trenes con refugiados procedentes de Hungría. El Gobierno de Viena cortó ayer las comunicaciones ferroviarias.


Polonia


El Gobierno polaco de Ewa Kopacz se comprometió esta semana a aceptar más de los 2.000 refugiados que en un principio había aceptado, pero el problema es que la fórmula utilizada por Bruselas le asigna ahora más de 9.000. Varsovia acepta el principio de política de inmigración común, pero se resiste a aceptar las cuotas obligatorias. Para las autoridades polacas, este sistema ayuno de una política común más amplia, que llegue al fondo del problema solo servirá para ampliar el efecto llamada, y atraer más oleadas de inmigrantes. Varsovia argumenta además que quiere reservarse para los refugiados ucranianos, que llegan en grandes cifras.


Chequia y Eslovaquia


Los dos países coinciden en su resistencia a la política de cuotas obligatorias de refugiados de los conflictos de Oriente Próximo. Ambos alegan su pequeño tamaño, sus economías precarias, y el hecho de que ya tienen inmigrantes y refugiados de otras partes del mundo. Pese a que Eslovaquia está regida por los socialistas, pesa también la resistencia a acoger contingentes de musulmanes, que normalmente no se integran en las sociedades de Europa occidental.

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