El Govern descarta ubicar a los refugiados con familias locales

Baleares espera a 300 sirios que pasarán al menos dos meses en centros de acogida Serán alojados definitivamente en VPO, casas parroquiales o viviendas vacías

El Mundo, ENRIQUE FUERIS | DANIEL ÁLVAREZ, 10-09-2015

Los cerca de 300 refugiados sirios que deberá acoger Baleares serán realojados en diferentes ubicaciones determinadas por la disponibilidad, los perfiles de los usuarios y una serie de condicionantes todavía por concretar. Ahora bien, lo que la Administración balear tiene por seguro es que los acogidos no pueden recalar en viviendas donde tengan que convivir con familias locales.

Al menos, esa debe ser la norma general, según la consellera de Servicios Sociales y Cooperación, Fina Santiago, quien concedió que «siempre puede haber una excepción». Las especiales características de este tipo de situaciones aconsejan destinar un espacio propio para los refugiados, en vez de ubicarlos en casas de particulares «en las que no sabemos cuánta gente vamos a poder meter, si va a ser por un año, dos o más…». Además, se trata de personas que «pueden llegar muy dañadas psicológicamente».

«Otra cosa son las viviendas vacías que los propios ciudadanos han ofrecido», afirma la consellera. Entre las alternativas de reubicación se cuentan también las casas parroquiales (el obispo de Mallorca,Javier Salinas, ya ha hecho personalmente el ofrecimiento), Viviendas de Protección Oficial (VPO) o incluso habitaciones de hotel. «Es cierto que los hoteleros han ofrecido su ayuda pero ésta puede venir de muchas formas: comida, colchones… No necesariamente para alojar a los refugiados en cuartos de hotel».

Asimismo, Santiago señala que otra opción es la de que algunos ayuntamientos puedan encargarse de costear el alquiler de refugiados durante un tiempo.

En cualquier caso, todos los llegados deberán pasar un mínimo de dos meses en centros de acogida antes de su reubicación definitiva, decidida en base a las características y necesidades de cada persona o núcleo familiar. Lo cierto, según explica Santiago, es que el protocolo de acogida contempla seis meses como periodo mínimo de estancia en los centros, pero la previsión de que los refugiados vayan a ir llegando en remesas no demasiado espaciadas en el tiempo hace necesario acortar los plazos de cara a agilizar todo el proceso.

Por otro lado, la colaboración ciudadana podrá articularse en vectores que van más allá del alojamiento y siempre en pro «de la integración y no de la simple acogida». Así, los residentes locales «pueden invitar a comer o cenar a su casas a los refugiados, salir a pasear para enseñarles el idioma, etc.».

Precisamente con el objetivo de estructurar unas líneas básicas de actuación Santiago se reúne hoy con los representantes de los distintos consells insulares. Santiago, que fue muy crítica con la escasez de información aportada por el Gobierno en la Conferencia Sectorial de Inmigración celebrada en Madrid el pasado martes, afirma que mientras se definen las directrices que deben guiar el reparto de refugiados entre comunidades, en Baleares «ya podemos empezar a trabajar sobre toda la información recopilada».

En este sentido, el encuentro de hoy debe servir para sentar las bases de toda la logística del plan autonómico de acogida. La próxima cita entre las comunidades y el Ejecutivo central es el día 14, fecha para la que se espera se haya definido ya su distribución. Máxime después de que la Comisión Europea presentara ayer una propuesta de reparto que ya cuenta con una cifra concreta para España: 14.931 refugiados de los 120.000 a los que dará asilo la Unión Europea.

Siguiendo criterios de distribución estrictamente poblacionales, a Baleares le correspondería un 2,5% del cupo español. No obstante, otros factores como el PIB o las cifras de paro acabarán resultando decisivos con toda probabilidad.

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