La consejera de Familia e Igualdad de Oportunidades, Violante Tomás, ha convocado mañana en Murcia a los concejales responsables de Servicios Sociales de los 45 municipios, con el fin de coordinar la respuesta local a la crisis de los refugiados sirios. Tomás se reúne hoy también con representantes del Tercer Sector y ONG con el fin de definir el inventario de recursos para la primera acogida de refugiados que podrían llegar a la Región. «Estos encuentros nos servirán para elaborar nuestra propia hoja de ruta, aunque coordinados con el Gobierno nacional», explicó la propia Tomás. Este catálogo podría estar concluido a principios de la próxima semana, según la Comunidad.

La decisión de Tomás de asumir directamente la coordinación con los ayuntamientos para gestionar los recursos disponibles entierra la idea de hacerlo a través de una Federación de Municipios en situación de interinidad y pone freno también a la especie de carrera solidaria a la que se habían lanzado los distintos consistorios. «Nadie puede ir por libre, la coordinación es fundamental», señaló la consejera, que ha pedido a los concejales que acudan al encuentro del viernes acompañados de una lista detallada de los recursos de que disponen.

Nuevos criterios de reparto

La Región podría acoger entre 450 y 500 de los 15.000 refugiados previstos inicialmente. Lo haría siguiendo el criterio de población, pero «la cifra podría reducirse o aumentar debido a que se van a añadir otras variables al cálculo, como podrían ser número de inmigrantes acogidos, el PIB y la tasa de paro», explicó Tomás. Pese a todo, en su opinión la Región cuenta con «capacidad de sobra para acoger ese número, hay recursos de la administración regional, ayuntamientos y ONG. Incluso ya hay empresas que se han mostrado dispuestas a colaborar».

El Ejecutivo regional trabaja en el itinerario de acogida, diseñado en dos fases. La primera – que podría alargarse dos años – consistirá en proporcionar manutención, asistencia psicología y asistencia social. Aquí ya se incluirían las áreas de trabajo de Sanidad, Educación y Servicios Sociales. En una segunda fase, de integración en la sociedad, se trataría de encontrar una vivienda y trabajo para esas personas.