PAMPLONA. Navarra, pese a la “frustración” generada por la “falta de información” por parte del Estado y la Unión Europea, “no se va a quedar parada” y va a trabajar en la planificación del acogimiento de refugiados y en la definición del modelo de intervención. Así lo ha comunicado hoy el vicepresidente de Derechos Sociales, Miguel Laparra, quien, en rueda de prensa, ha analizado la reunión extraordinaria de la Conferencia Sectorial de Inmigración que tuvo lugar ayer en Madrid y que concluyó sin cumplir las expectativas, ya que la información aportada fue, en su opinión, “insuficiente”.

No obstante, ha remarcado que “el hecho de que no estén definidos ni volúmenes, ni condiciones, ni fechas” no implica que se vayan a quedar parados y así esta misma tarde el Gobierno se va a reunir con entidades sociales para “empezar a planificar las líneas de actuación dentro de un panorama todavía indefinido”. Y es que aunque al hablar del número de refugiados que podrían llegar, la horquilla es muy amplía, entre 80 y algo más de 300, por lo que trabajan con la idea de unos 200, pero es “una especulación”, ha remarcado, tras lo que ha dicho que no está claro si va a haber solo un indicador demográfico u otros de renta y tasa de desempleo o la presencia de población asilada ya en los distintos países. Laparra ha indicado que avanzarán en la planificación viendo desde las diferentes entidades locales, sociales y el propio Gobierno qué tipo de aportaciones pueden hacer, definirán el modelo de intervención y los roles que van a ir asumiendo cada entidad. Uno de sus primeros trabajos será el de contabilizar el número de viviendas disponibles, entre las que tienen el Gobierno foral y los Ayuntamientos para contingencias de emergencias, y determinar si es preciso acudir al mercado libre para alquilar viviendas.

Laparra, quien ha reiterado que Navarra quiere evitar los centros de refugiados y pretende asentamientos a través de viviendas normalizadas, ha precisado que “hay muchas viviendas vacías en el parque mobiliario y si hay que alquilarlas hay un cierto margen y habrá recursos para pagar esos alquileres en un cierto orden”. Al respecto ha comentado que dentro de las más de 200 llamadas que han recibido hay ofertas de viviendas vacías, pero en muchos casos están “completamente vacías” lo que genera un problema en una situación de emergencia, por lo que habrá que ver con qué plazos se mueven y cuales son las necesidades a medio plazo. Esta apuesta de Navarra fue expuesta en la reunión de ayer, al igual que el ofrecimiento para “recibir el volumen que se considere necesario” y la solicitud para “hacer una traída directa de un grupo de refugiados desde la zona de conflicto”. “Otras comunidades hicieron ofrecimientos similares”, por lo que cree que es un ofrecimiento “relativamente amplio que el Estado tendría que considerar seriamente”, ha opinado el vicepresidente. Como “una de las pocas cosas” en la que coincidieron todos ha citado la propuesta de que el trabajo con los refugiados se realice con “medios profesionales a través de las entidades sociales y los servicios público”.

En este sentido ha querido transmitir “cierta tranquilidad” a la sociedad, al tiempo que ha agradecido los ofrecimientos que están recibiendo de “todo tipo de aportaciones particulares”. “Unas podrán ser más útiles que otras para lo que finalmente se tenga que hacer, pero en cualquier caso tienen un valor enorme en cuanto a compromiso solidario del conjunto de la sociedad”, ha aseverado. Según ha indicado el Ministerio va a actuar preferentemente a través de las entidades sociales con la que viene actuando, que en el caso de Navarra es Cruz Roja, con la que ya realiza pequeñas actuaciones como la anunciada llegada de 18 personas. De la reunión de ayer ha cuestionado la “insuficiente” información que les fue aportada respecto a las fechas en las que podrían llegar los refugiados o la financiación y recursos disponibles para atender su alojamiento y manutención. Tras señalar que su valoración “no es positiva”, entre otras cuestiones porque no se está contando con las comunidades, ha citado como elementos positivos la constatación de que el Gobierno de España asume que va a aceptar el total de los refugiados que le asigne la comisión europea y su compromiso de aportar fondos.