El Gobierno de Canarias está dispuesto a acoger a todos los refugiados sirios que designe el Estado y ha empezado ya a elaborar un inventario con los recursos disponibles. El Archipiélago solo cuenta con un centro de asilo, situado en San Bartolomé de Tirajana (Gran Canaria), pero está estudiando más alternativas de alojamiento para afrontar esta crisis humanitaria. Así lo explicó ayer la viceconsejera de Políticas Sociales, Isabel Mena, a la salida de la Conferencia Sectorial de Inmigración celebrada en Madrid para analizar la situación.

Para elaborar este catálogo de instalaciones, el Ejecutivo ha iniciado conversaciones con cabildos, ayuntamientos y ONG. No obstante, lo que ya ha descartado la Viceconsejería es utilizar alguno de los centros de internamiento para extranjeros (CIE) y el acogimiento por parte de familias. La primera decisión se debe, explicó Mena, a que las personas que recalen en las Islas huyendo de la violencia de sus países están en régimen de libertad y haciendo uso de un derecho, el de asilo.

En cuanto al papel de los canarios, Mena valoró la implicación de los ciudadanos a la hora de ofrecer sus viviendas, pero consideró que la organización debe corresponder a la Administración. “Las familias pueden ayudar favoreciendo su integración”, sugirió.

A pesar de que los responsables del Ejecutivo canario se han puesto ya manos a la obra, el Gobierno central tampoco concretó ayer el número de refugiados que llegarán a España. El discurso, no obstante, ha cambiado radicalmente en los últimos días. Ya no se habla de cifras concretas ni se supedita el número de concesión de asilo a los cálculos del Ministerio de Hacienda, aunque tampoco se avanza.

Para Mena, el encuentro de ayer fue un fracaso. “Desde Canarias hemos expresado nuestra preocupación porque entendemos que es necesaria una actuación rápida, eficaz y decidida, pues nos encontramos ante una situación extrema de personas que ya están en la Unión Europea o esperando para salir de forma desesperada del horror de la guerra”. Esta situación, además, no se solucionará con una reunión para pactar las cuotas. El número de refugiados que se está valorando, sobre los 15.000, no solo es insuficiente, sino que no responde a una realidad que persistirá hasta que la guerra acabe en países como Siria y los ciudadanos puedan regresar a sus hogares. Mena, que se reunirá hoy con representantes de la Comisión de Ayuda al Refugiado, lamentó que el Gobierno central haya cambiado de parecer solo por la presión social y pidió un sistema real y eficaz que se prolongue en el tiempo.