Internacional / Bence Tuzson, parlamentario húngaro
«El Ejército no tendrá orden de disparar en la valla»
ABC, , 08-09-2015La gran mayoría de los que llegan, el 80 o 90 por ciento, son emigrantes económicos que no se encuentran en peligro y no merecen el estatuto de refugiado, afirma Tuzson
Qué mejor sitio que la valla fronteriza con Serbia para que hable de la crisis de los refugiados y los inmigrantes un parlamentario del derechista partido Fidesz (Unión Cívica de Hungría). Bence Tuzson no se muerde la lengua y asegura que no más del 10 o el 20 por ciento de los que llegan son personas merecedoras del estatuto de refugiado. Lo dice delante de las relucientes alambradas colocadas para frenar la llegada de esas personas por el Gobierno del primer ministro Viktor Orban, líder además de Fidesz.
«Queremos reforzar la frontera. Hungría pertenece al espacio Schengen y solo los que tienen papeles pueden pasar por esta frontera», comenta delante de un gran cartel que dice: «Bienvenidos a Serbia».
En este sentido, su Gobierno no solo ha levantado la alambrada de 175 kilómetros de largo y 3,5 metros de alto sino que ha endurecido la semana pasada las leyes antiinmigración, que prevén hasta tres años de cárcel. «Muchos políticos europeos critican esta valla, pero no tenemos otra alternativa».
Orban espera además permiso del Parlamento para enviar al Ejército a patrullar esa verja. «Sí, es necesario, pero no tendrán la orden de disparar. Tendrán la misma misión que los policías», añade en tono tranquilizador Bence Tuzson. Su objetivo es que el 15 de septiembre la frontera esté totalmente cerrada. «Ese día tendremos listas zonas de tránsito y una frontera más fuerte. Queremos mandar un mensaje a esta gente para que no lleguen por el campo y lo hagan por los pasos fronterizos».
«Con todo esto no me refiero a los refugiados. Lo que pasa es que la mayoría de esta gente no se encuentra en peligro sino que vienen por motivos económicos. Solo el 10 o el 20 por ciento son refugiados». «No criticamos a lo que quieran hacer otros países», añade sin citar a Alemania, adonde quieren llegar la mayoría. Solo a Hungría han entrado en 2015 unas 160.000 personas. «La mayoría dice que viene de Siria, pero no lo sabemos. Rompen los papeles y es difícil de comprobar». Sin referirse a grupos terroristas concretos añade que «no sabemos quiénes vienen, por eso tenemos que controlarlos».
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