«España no va a negar el derecho
de asilo a nadie. No lo hemos hecho
antes y no lo vamos a hacer ahora»,
proclamó ayer con contundencia el
presidente del Gobierno, Mariano
Rajoy, en una rueda de prensa conjunta
en La Moncloa con el primer
ministro británico, David Cameron.
«Las peticiones de asilo se están
triplicando en España. Muchas ya
se han concedido a ciudadanos sirios
o están en trámite de concederse.
Cumpliremos nuestros compromisos
con la UE. El día 14 habrá
Consejo de Ministros del Interior y
veremos lo que se nos demanda.
Pero España no va a negar el derecho
de asilo a nadie. No lo hemos
hecho antes y no lo vamos a hacer
ahora», fueron sus palabras, antes
de subrayar la decisión de crear
una comisión interministerial, presidida
por la vicepresidenta del Gobierno,
para estudiar la situación
antes de la reunión del Consejo de
Ministros del Interior de la Unión.
La nueva Comisión integrará a
representantes de las Comunidades
Autónomas y de los Ayuntamientos,
a los que Rajoy reconoció sus
«loables» ofrecimientos de acogida
pero pidiendo paciencia para
aguardar «porque aún no sabemos
a cuántos tenemos que acoger».
El Consejo de Ministros trató
ayer la crisis de los refugiados a la
que se enfrenta Europa y decidió
crear una comisión interministerial
(Empleo, Interior, Sanidad, Exteriores,
Justicia, Educación y Defensa)
para abordar este asunto, cuyo primer
movimiento fue llamar a las
comunidades autónomas para convocarles
a una reunión en el marco
de la Conferencia Sectorial de Migraciones,
informa Marisol Hernández.
La vicepresidenta del Gobierno,
Soraya Sáenz de Santamaría,
aseguró que la voluntad del
Ejecutivo español es «articular un
sistema de acogida» para que ésta
se produzca «de manera ordenada
y articulada».
Ambos mandatarios coincidieron
en la necesidad de atender a la crisis
humanitaria derivada de la migración
siria en Europa, con una diferencia
clara. Mientras el jefe del
Ejecutivo español se comprometió
a atender al reparto de cuotas que
establezca la Comisión Europea al
respecto al próximo día 14, Cameron
recordó que Gran Bretaña no
está obligado por este reparto, dado
que no forma parte del espacio
Schengen, pero que su decisión es
no acoger a los sirios que abarrotan
las fronteras del Este de Europa, sino
«directamente» a los que permanecen
en los propios campos de refugiados,
cerca de su territorio. En
su opinión, «las cuotas no son una
solución porque con ello se les anima
a hacer una travesía muy peligrosa
». «Responderemos a la crisis
humanitaria, pero reasentar a refugiados
no puede ser la solución».
Sobre el problema de fondo, la
coincidencia fue total. Tanto Rajoy
como Cameron han distinguido escrupulosamente
entre
migrantes y refugiados,
mostrando
una mayor magnanimidad
hacia los segundos,
y pidiendo
–de manera especial
el presidente del Gobierno
español– un
«plan global» a la Comisión
para abordar
este problema que
azota de manera especial
a España.
Además, los dos
han insistido en que
la solución de las crisis
migratorias y de
asilo deben abordarse
de raíz, en los países
de origen y tránsito,
con ayudas directas
de la UE a
dichos países. «Lo de
las cuotas sirve para
resolver un tema
puntual y dramático
pero hay que terminar
con la política de
abordar los problemas
cuando tienen una solución
muy difícil, e ir al origen de los problemas.
Jugar a corto sirve para
muy poco, y al gobernar, puede ser
letal», dijo Rajoy. «Responderemos
a la crisis humanitaria, pero reasentar
a refugiados no puede ser la solución
», añadió Cameron.
«España es el país de la UE donde
viven más extranjeros en proporción
al número de habitantes»,
reivindicó Rajoy. «La integración se
ha hecho muy bien, ha sido un proceso
modelo, por el que tienen los
mismos derechos que los españoles.
Además, España ha hecho un
esfuerzo por ordenar el proceso
como frontera de Europa. Yo he
planteado algunas cosas en la UE
y volveré a plantearlas». Claro que
Cameron no se quedó corto a la
hora de barrer para casa. Rechazó
las acusaciones de lentitud en la
reacción frente a la crisis originada
por la guerra en Siria. «Fuimos
los primeros en mandar la Armada
al Mediterráneo y fuimos los primeros
en ayudar a los campos de
refugiados», afirmó, al tiempo de
reivindicar el apoyo a la Coalición
contra el IS. Y presumió
además de haber aportado 1.000
millones de libras a la crisis migratoria
y se comprometió a aceptar a «miles de refugiados».