Dos víctimas, una mujer asiática de 62 años y su nieta de 10. Un hombre, marido y abuelo, que, ensangrentado, avisa a los empleados de una tienda china ubicada frente a su domicilio del doble homicidio. Y a partir de aquí, confusión. El Juzgado de Instrucción Número 16 de Valencia y la Policía Nacional tratan ahora de esclarecer los hechos y la relación de parentesco entre los residentes de una vivienda de la calle Tomas de Villarroya de Valencia que acabó ayer con dos de sus habitantes apuñalados.

El responsable de un bar situado frente a la vivienda, Alejandro Liñana, relató cómo vio salir del edificio al abuelo y que le llamó la atención porque, aunque es un hombre tranquilo, iba corriendo y entró en el comercio colindante, un bazar regentado por personas de nacionalidad china. Un dependiente del bazar confirmó después que el abuelo entró en el local y pidió que llamaran a la Policía, porque en su casa había sangre y dos personas muertas.

Los agentes, que no practicaron ninguna detención en el lugar de los hechos, comenzaron entonces a rastrear las inmediaciones y los contenedores en busca, presuntamente, del arma homicida. Las investigaciones están siendo arduas para los agentes de homicidios debido a la escasa predisposición de los allegados de las víctimas a ofrecer explicaciones. Tampoco los vecinos consiguieron explicar con exactitud la relación de parentesco de los residentes del piso ni quién compartía realmente el domicilio. Borja Fernández, vecino del edificio, aseguró conocer sólo a cinco de los inquilinos: los abuelos, una mujer de unos 30 años y dos niñas de 10 y 4 años. Indicó que aunque por el día no generaban molestias, por la noche sí se mostraban ruidosos y añadió que la mujer de mediana edad parecía sufrir trastornos psiquiátricos.

Fuentes de la investigación explicaron que se descarta, al menos inicialmente, que se trate de un episodio de violencia machista. Las primeras investigaciones apuntan a una mujer del entorno de la víctima como posible autora del crimen. El abuelo, mientras tanto, fue custodiado por los agentes en un coche policial aunque fuentes de la Jefatura descartaron que se haya producido detención alguna.